Gerberas

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Le estaba besando.

Namjoon podía sentirlo en todas partes, no eran sólo sus labios juntos, no eran sólo sus manos en su cintura, no eran sólo sus latidos vueltos un desastre.

Besarlo estaba siendo una locura.

-Namjoon.-La voz de Seokjin lo despertó de sus recuerdos.

- ¿Mhm?

-Llevas como cinco minutos viendo esa tarjeta.

Namjoon mantenía en sus manos aquel obsequio que había encontrado en su buzón aquella mañana.

Al verla no pudo evitar recordar su primer beso, tenía 17 y estaba un poco ebrio, y bueno Namjoon no se encontraba en una mejor situación.

¿Cómo habían terminado así? La verdad era que Jimin no había dado su primer beso, se sentía hasata cierto punto un tonto. Estaba seguro de ser el único chico en su escuela que no había besado a alguien. Que ridículo.

Así que termine por ir a una fiesta en casa de Taehyung, el chico que había conocido debido a Namjoon. No es que las fiestas realmente le interesan pero, en palabras de su hermano, era una experiencia que todo adolescente debía vivir.

Y bueno, ahí estaba, con un par de tragos de soju encima, quizás dos cervezas y alguna mezcla extraña aún en su vaso. La habitación daba vueltas.

-Creo que tú deberías subir y descansar. -namjoon le hablo, su voz un tanto distorcionada.

-Si debería. Pero esta no es mi... mi casa.

-Taehyung no va aodiarte por tirarte un momento en su cama. Vamos, se que tu hermano vendrá por ti, tampoco quiero que te vea tan... mal. -Namjoon parecía tener buenas ideas si, si... sonaba bien para Jimin.

Juntos lograron subir las escaleras sin morir en el intento. Victoria para ellos. Una vez en la segunda planta busco l ya conocida habitación de Taehyung.

Home Tae.

Se leía en la puerta, entraron trastabillando un poco. Milagrosamente Namjoon llegó con vida a la cama donde se tiró boca arriba.

-¿Jimin-ah?

- ¿Si? -El menor había tomado lugar en una silla a lado de la cama.

- ¿Ya diste tu primer beso?

-Si. -Respondió sin darle demasiada importancia. Un instante después Jimin se estaba riendo, Namjoon estaba haciendo pucheros.

- ¿Qué acasoo... s-soy el único que no lo ha hecho? -Las palabras ya no era tan claras.

-Tal vez. -El mayor se encogió de hombros. -No te lo tomes tan a pecho. Ya llegará el día.

-Ya no quiero esperar. -Namjoon se sentó rápido en la cama. -Estoy cansado de esperar. -Puso sus manos sobre los hombros de Jimin. -Bajaré y besare a alguien ahora. -Parecía muy decidido, y Jimin le creyó por un momento. Sino hubiera pasado que el menor casi terminara en el suelo.

-Bueno campeón, no creo que puedas con ellos justo ahora. -Jimin le ayudo a mantenerse de pie. -Déjalo para otro día.

-Bésame.

-No.

-Jimin-ah, bésame. Somos mejores amigos. -Namjoon estaba haciendo pucheros de nuevo.

-No creo que sea buena idea, estás borracho.

-Tu también lo estás. -Namjoon alzó los hombros. -Solo un beso, no hablemos de ello nunca. Y la verdad no creo recordar esto mañana.

- ¿Quieres tener tu prime beso para olvidarlo?

-No, recordaré el beso. Pero es probable que no te recuerde.

-Estas hablando tonterías ahora.

-Si. Bésame.

-Namjoon. No. Te arrepentirás luego.

-No lo haré. -Namjoon peligrosamente se acercó a Jimin tomándolo por la nuca. -Bésa...

No pudo terminar su petición, Jimin estaba lo suficientemente ebrio para besarlo, si, consiente de que al día siguiente se querría arrojar de un edificio, si, también.

Pero no lo pensó mucho, choco sus labios contra los del mayor, estaban suaves, acolchados incluso y tenía un sabor a alcohol de por medio.

Quizás no fueron más de 5 segundos, y quizás Namjoon no había respondido muy adecuadamente, pero Namjoon estaba seguro de haber recibido el mejor primer beso.

-Jimin-ah. -Pero el menor no respondió, en cuanto se separaron del beso Jimin solo atinó a recostarlo en la cama y salir de ahí.

Al día siguiente, aún recordaba perfectamente todo. Y rompiendo su breve promesa quería hablar con Jimin, pero se encontró con el y con Taehyung, una escena donde reían a carcajadas mientras ambos decían no recordar nada de la noche anterior.

Namjoon automáticamente desistió de preguntarle al menor acerca del beso, solo dejó las cosas pasar. Aún si él recordaba todo, incluida la flor de gerbera en un marco en la habitación de Taehyung, un regalo de su hermana según sabía.

Y ahora, en la cafetería el recuerdo quería empeñarle los ojos, pues una gerbera estaba preciosamente dibujada. Con tintes rojos y rosas.

El mensaje detrás no ayudaba mucho tampoco.

"Se dice que regalar gerberas a alguien es decir que la persona te importa.

Y si no había quedado claro, Namjoon, tú me importas.

Las gerberas, desde hace ya mucho tiempo me han gustado, ¿cómo explicarlo? Me atraen una serie de recuerdos muy gratos. Quizás, algún día pueda contártelos.

¿La nota de ayer fue demasiado? Esa pregunta ha estado en mi cabeza desde que escribí en la tarjeta para ser sincero.

Demonios Namjoon. Estas volviéndome loco, quiero decirte tantas cosas y confesarte otra muchas pero, espero que puedas entenderlo, aún no puedo, aún me quedan situaciones que asimilar, que escribir y flores que darte.

Pero de algo estoy seguro, te diré quien soy, lo prometo, cuando decida darte la última de estas tarjetas, prometo decirte quien soy."

Namjoon dejo de leer la tarjeta e inmediatamente la guardo. Los recuerdos le estaban queriendo comer el cerebro, y su turno recién iniciaba, no podía perder la cabeza en cosa del pasado, no ahora por lomenos.

.

.

.

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El chico rubio, absorto de todo, estaba en su departamento, viendo el bosquejo original de lo que iba a ser la tarjeta que había entregado en la mañana.

Una gerbera amarilla enmarcada, tal y como había estado en la habitación de Taehyung años atrás.

Pero era tentar mucho a su suerte si hubiera pintado esa misma imagen en la tarjeta que había dejado en el buzón solo unos minutos atrás

Claramente el también recordaba. Olvidarlo era francamente imposible.

Flores para Namjoon[nammin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora