Peonias

109 28 0
                                    

"La peonias, fuera de su ya conocida belleza, han sido la clase de flor que se vuelve un emblema para un país, una flor nacional, una flor representativa.

Y ahora que lo pienso, quizás debí darle estas flores cuando le escribí que me gusta. Esta flor también conocida por ser dada cuando te confiesas a alguien.

¿Es muy tarde para declararme de nuevo?

Ah, Namjoon tu me volverás loco. En las últimas semanas no he podido dejar de pensar en ti. No es como si no lo hubiera hecho antes, pero ahora la situación es diferente, he decidido demostrarte cuanto me gustas y ahora pienso en ti con situaciones como: ¿le gustarán la flores que dibuje? ¿mis notas son malas? ¿qué si le escribo cuanto me gustan sus labios?

Namjoon... me gustan tus labios .Mucho, mucho, mucho... son tan rosas y llenos y cada que ha tomado mi pedido sonríe tan lindo y, oh dioses Namjoon. No hay nada como escuchar mi nombre directo de sus labios. Aunque se solamente para entregarme mi orden."

Namjoon se ruborizó tanto al terminar de leer la nota, quiso correr y esconderse, per al estar solo en su departamento lo vio como algo sin sentido.

Ah, realmente. El chico detrás de las notas le estaba causando sensaciones muy extrañas. La recién leída nota casi lo hace sofocarse porque nadie nunca le había dicho que le gustaban sus labios.

No así de cualquier forma.

Namjoon se acostó en su cama y escondiéndose en una de sus almohadas grito. El sonido era muy bien amortiguado.

Dejó que su corazón recuperara su estabilidad y camino al baño para mojarse el rostro y quitar cualquier rastro del sonrojo recién sufrido.

Observó sus labios en el espejo. Namjoon se consideraba atractivo, pero siempre lo pensó por su altura, o por sus hombros, incluso por su forma de ser, pero nunca había considerado sus labios como un factor importante.

Pero ahora no dejaba de verlos, en verdad eran muy rosas y llenos, y siempre humectados.

Pasó sus dedos sobre estos, presionando un poco, viendo como la punta de su dedo índice se hundía un poquito en su labio inferior. Río tontamente al darse cuenta cuenta lo que estaba haciendo. Y río aún más cuando noto que las peonias dibujadas en la tarjeta eran del mismo tono que sus labios.

- ¿Qué se supone qué haces? -una voz lo hizo casi saltar del susto.

-Jimin, ¿que haces aquí? ¿Cómo entraste? -Namjoon sintió perfectamente como sus mejillas volvían a ruborizarse.

-Entre por la puerta y estoy aquí porque estaba aburrido. -el menor se encogió de hombros restándole importancia al que había entrado por su cuenta al departamento de su mayor. -Entonces... ¿Qué hacías?

-N-nada.

-Namjoon, estas rojo.

- ¿Qué hacías? -el menor alzó las cejas como haciéndole entender al mayor que lo había visto todo.

-He dicho que nada. -Intentó pasar sobre Jimin, pero él menor lo detuvo del brazo haciéndole retroceder unos pasos.

-No eres un buen mentiroso Namjoon.

Y Namjoon casi explota cuando sintió un dedo de Jimin tocando su labio inferior.

 -Siempre he tenido celos de tus labios. -Jimin hizo un mohín. -Es injusto que tu tengas esto... -decia mientras aplastaba el labio del mayor. -Mientras que yo y la mayoria del mundo no tenemos ni la mitad de labios que tú. Toca. -dejando en paz el belfo de Namjoon, Jimin tomó la mano izquierda de este y la acercó a su boca dejando que uno de los dedos del mayor chocara con sus labios.

-J-Jimin... -Namjoon se sorprendió de no estar en el suelo para ese momento.

- ¿Entiendes lo injusto que es? -dijo aún con la mano de Namjoon contra su boca antes de soltarla.

.

.

.

Después de aquel momento tan...aleatorio, Namjoon invitó a Jimin a una noche de películas y comida chatarea, que claramente el menor aceptó.

Pero después de solo una película el menor yacía dormido en la cama de Namjoon.

Y no pudo evitar lo siguiente qué pasó:

Subió su mano de nuevo hacia el rostro de Jimin y esta vez con su dedo índice delineó los delgados labios, un poquito entreabiertos, de este.

Namjoon no creía que los labios de Jimin fueran feos, no eran como los suyos obviamente, pero eso no disminuía la ganas que tenía por besarlos. Tenían un leve tono rosáceo y siempre se ponían rojos cuando tomaba algo frío.

Toqueteó un ratito un ratito mas los belfos del contrario, agradeciendo por el sueño pesado que este cargaba.

O eso creyó hasta que alzó su vista encontrándose con los ojos de Jimin viéndole fijamente y muy cerca.

Flores para Namjoon[nammin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora