Mikan (1)

80 3 0
                                        

Estoy helada. Fuera hace un calor infernal, impropio de la primavera, pero el mármol pulido donde estoy sentada está frío. Es como hielo. Apenas he llegado a esta ciudad desconocida un par de horas antes. He venido buscándolo. Tras tantos meses sin saber de él, tras tantos días trasnochando, buscando pistas. Echaba de menos a mi amigo. No soy la única, obviamente. Todo el grupo lo hace. Pero no entiendo qué hace aquí, a tantos kilómetros de distancia. No puedo pensar con claridad. Son muchos meses obsesionada con encontrarle... Aún recuerdo cuando, habiendo pasado el primer mes de su silencio, me encontré con su hermano pequeño por la calle de forma fortuita:

-¡Hola! -me dijo sonriente.

-¿Hola?

-Eres Maider, ¿no?

-Me llamo así, sí. Pero creo que no nos conocemos chaval...

-Soy Unai, el hermano de Xabi... -al ver mi expresión de incomprensión se rió-. El hermano de "Shiro".

-¡Ah! ¡Vale! -reí al caer en que hablaba de mi mejor amigo-. Perdóname. ¿Cómo está? Creo tener entendido que está trabajando duro, porque no sabemos mucho de él últimamente...

-¿Eh? ¿No lo sabes? Se marchó a finales de verano...

-¿Qué?

-Sí. Ha cambiado de universidad, pero mis padres no me han dicho aún a dónde. Espero que me traiga algo chulo por navidades o le daré una buena patada. ¡Vaya! Llego tarde a clase... ¡Un placer haberte conocido Maider!

Me quedé estupefacta mientras el chico corría. No podía ser, no podía creerlo. No quería creerlo. Habíamos hablado cientos de veces y bromeado sobre escaparse y vivir su vida en otra ciudad. Pero siempre había pensado que no eran más que bromas, bromas tontas y sin sentido. No le creía capaz de irse así, sin decir nada. Me fui a casa a toda velocidad. Encendí el ordenador y me puse a investigar en todas sus redes sociales. Sabía que si le preguntaba directamente se reiría de mí. Tenía que haber sido una broma pesada de su hermano. Su facebook seguía como siempre, estéril. Su twitter a reventar de reflexiones profundas y chistes malos que tanto le gustaban. Pero ni una sola foto. Pasé meses observando y espiando cada nueva entrada en cualquier red donde lo tuviera agregado.

Aquello hizo mella en mi relación con mi novio. Este se volvió extremadamente celoso. Discutíamos cada pocos días y fuertemente. Yo le decía que solo buscaba a un amigo muy querido. Él declaraba que si así fuera, el resto de mis amigos ya se habrían movido. Empezó a acusarme de ponerle una cornamenta de ciervo. Mi amigo estaba desaparecido y mi relación se iba a pique. Empecé a dudar de mis motivos. ¿Realmente estaba buscándolo porque era mi amigo o por algo más? ¿Por qué me estaba obsesionando hasta ese extremo?

Claramente esas dudas siguen ahí... mi única conclusión fue: Me enamoré de mi amigo en algún punto sin darme cuenta, hasta que desapareció. O solamente el aprecio que le tengo es tal que no puedo dejar las cosas tal cual. Lo cierto es que cada día que pasaba me sentía más sola. Quizás se marchara porque necesitaba cambiar de aires, o huía de algo... Tenía cientos de teorías, cientos de posibilidades, miles de respuestas irreales. Me pregunté muchas veces si era porque había conocido a alguien... y esa pregunta provocaba que una garra apretara mi corazón.

¿Por qué me altero al pensar en ello? Sería normal que se enamorara y debería alegrarme por ello. Porque sea feliz. Pero... ¿y si lo pierdo entonces? Ya no sé qué pensar. Me consumen todas las dudas que tengo.

Si no fuera porque miré en su google+ hace unas dos semanas... Estaba mirando uno de sus mails antiguos, clické en su nick sin darme cuenta y su perfil se abrió. Empecé a husmear entre los comentarios y las fotos. Nunca antes lo había usado y decía que lo odiaba, pero ahí había fotos y comentarios dejados por gente que no conocía a lo largo de estos meses. La última actualización era de esa misma semana. Y el sistema de ubicación estaba activo...

Amor en sus dos carasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora