Estoy en el "camerino" con Shiro y su grupo. No me creo que haya hecho eso. El muy imbécil ha cantado mi canción favorita y no he podido contenerme, me he subido al escenario a cantarla con él. Me sentía en un sueño y ahora en una puñetera nube mágica como la de Goku. Madre mía... El brazo de Shiro me rodea, protector. Mis observaciones de hace un rato se confirman: su cuerpo está más trabajado y más prieto. Me sé de alguna de la cuadrilla que ya le gustaría echarle el guante ahora. Me río mentalmente.
El resto del grupo está sacando botellines de cerveza y empezando a beber. La verdad es que a todos se les ve agotados. Intento mirar disimuladamente a Shiro que le suelta una burrada a uno de sus colegas haciendo que la pequeña habitación se llene de carcajadas. Rápida como el rayo le saco una foto con el móvil sin que se entere. Me separo de él y me siento en un puf de color azul. El "camerino" es una habitación pequeña donde están las fundas de los instrumentos, un par de sofás y pufs, una neverita de donde han salido las cervezas y un calendario donde están marcadas las actuaciones. Shiro anda bromeando con su grupo, eso sí cerveza ya en mano. Me quedo mirándolo un rato. Se le ve distinto de la última vez que quedó con la cuadrilla. En ese entonces estaba siempre con una sonrisa forzada, su barba era una perilla muy cuidada y llevaba su melenasuelta y sin peinar normalmente.
Suspiro y me concentro en el móvil. Tengo una veintena de mensajes de Ana alucinando con el vídeo del concierto. Le mando la foto con un pie que dice "mira el macizo que me ha besado antes del concierto ;P". Me rio bajito, disfrutando de la envidia que está sufriendo mi amiga.
-Así que... -dice una voz a mi izquierda- estoy macizo, ¿eh?
Me sobre salto al ver que Shiro está a mi lado y ha visto el mensaje. Sonríe, divertido, mientras yo me pongo colorada y me centro en el precioso suelo. Joder, si es que soy tonta. Se ríe de mi reacción y dice:
-No te preocupes, yo tengo a esos de ahí deseosos de que les presente al "bombón rubio que a asaltado el escenario"...
Alzo lo justo la mirada para ver que los otros cuatro miembros del grupo me miran sonrientes y curiosos. Encima los muy cabrones, al ver que les estoy mirando me saludan con las manos.
-Si lo prefieres, podemos irnos a fuera. Pero no es muy recomendable. El bar suele tardar una hora o dos en vaciarse y aún así habrá alguna groopie esperando aún a que salgamos...
-Generalmente me esperan a mí -dice una voz mientras se rie.
Me suena. Creo que es el chico que se llama Manuel. El que interrumpió a Shiro cuando estaba a punto de decirme que... Solo de recordarlo mis mejillas vuelven a ponerse rojas y noto como mis orejas empiezan a arder. De repente la vergüenza me asalta. Shiro me mira preocupado. Enseguida noto su mano apoyarse en mi frente. Eso me saca de mi ensoñación y rápidamente le miro a los ojos. El sonríe tímidamente. ¡Oh dios mío! Esa sonrisa tan dulce hace que me derrita. Le hace parecer aún más guapo de lo que está. Consigo decir en voz baja:
-No me importa que me los presentes...
Él asiente y sentándose en el mismo puf (es bastante grande el jodido) me besa la frente y dirigiéndose a los chicos dice:
-Bueno... esta es Maider, éramos del mismo grupo de amigos en el norte.
-Yo diría que parece algo más...
-Cállate Manu... Perdónale" Mai", ¿puedo llamarte" Mai"? -asiento con la cabeza y el chico sigue- Me llamo Hugo, estoy en la misma clase que Xabi en la carrera. Encantado.
Me extiende una de sus manos vendadas hasta el antebrazo. Nos damos un apretón de manos. Es más musculoso que Shiro, pero por lo que he visto durante en el concierto es más bajito. Lleva una camiseta de tirantes de camuflaje en tonos azules, pantalones anchos con muchos bolsillos y una cadena que cuelga de su cintura.
-Tras el miliciano me presento yo -giro la cabeza y ahí está el teclista del grupo con su cabello bicolor. Para mi sorpresa tiene rasgos asiáticos-. Mi nombre es Matsuyoshi Daichi...
-¿¡Eres japonés!?
-Así es, nací en Yokohama. Pero me mudé con cinco años a España. Estudio arte en la universidad local.
-Guau...
Daichi tiene un tono educado. Demasiado educado para su look estrafalario: tiene un aro en el labio inferior, hacia la izquierda. Ambas orejas tienen una buena colección de pendientes y sus antebrazos están completamente tatuados. Vaqueros con rotos y una camiseta del grupo japonés "Man With A Mission". No tengo tiempo de recuperarme del shock cuando otra voz suena.
-¡Hey, hey, hey! Yo soy el súper batería sin el cual estos parguelas no serían nadie. Mi nombre es Antonio, pero puedes llamarme "Bokuto", ¡yeah!
Miro a Shiro y señalo al chico de pelo ceniza que se acaba de presentar y ya está dando piruetas. Éste se encoge de hombros.
-Le llamamos "Bokuto" porque nos recuerda a un personaje de un anime sobre voleibol. Ambos son increíblemente egocéntricos...
Al oír eso Bokuto se para en seco, se acerca a una esquina lentamente y se sienta cogiéndose de las rodillas. Es como si de repente le rodeara un aura de depresión y tristeza.
-... y también se deprimen con facilidad -sentencia suspirando.
-Pero también se recuperan fácil. A ese efecto lo llamamos "Modo EMO" -el que habla ahora es Manu.
-Tú ya me suenas. Eres Manu, el segundo guitarrista. Estabas tocando cuando hemos entrado al bar.
-Veo que no tengo que presentarme -ríe y sigue bebiendo su cerveza.
Por lo que vi en el concierto es de la estatura de Shiro, con el pelo rubio y el lado izquierdo rapado. Viste una camisa de cuadros tipo leñador, pantalones vaqueros y unas all-star negras. Está hablando con Daichi despreocupadamente y pasando de mí. Eso me irrita un poco. De pronto noto el brazo de Shiro en mis hombros. Le miro y veo que se ha puesto una sudadera roja.
-Que no te moleste Manu, en el fondo es agradable. Solo que no se fía de la gente externa al grupo.
-Pues espero que no sea muy cabrón conmigo -digo, intentando bromear.
-Para nada, es mi mejor amigo hoy por hoy. Así que sabe quién eres de sobra desde el momento que ha oído tu nombre -eso hace que me sorprenda y me quede mirando a Manu, como estudiándolo-. ¡Ah! y es un bromista de campeonato, así que ten cuidado porque muchas veces no sabes por dónde puede salir.
-Lo tendré en cuenta...
Nos miramos a los ojos y nuestros labios hacen contacto. Es un beso suave y tranquilo. Dulce. Me encanta. Ojalá esto siga así de tranquilo. Nos separamos y Shiro sonríe. Apoyo la cabeza en su pecho, feliz. La escena en el resto del cuarto es bastante variopinta. Manu bromea con Hugo y éste le da un puñetazo en el pecho que lo tira del puf mientras se descojona, Daichi parece estar intentando animar a Bokuto ofreciéndole un Calipo de fresa que el chico empieza a comer con cara de felicidad.
Todo es calma y felicidad. No puedo evitar sonreír y reírme por dentro. Que no acabe esto por favor...
Del otro lado de la puerta empiezan a oírse gritos del dueño. Todos miramos a la puerta confusos. Cuando creemos que todo ha pasado la puerta se abre de golpe y una bota negra aparece al otro lado. Qué cojones...
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Amor en sus dos caras
Lãng mạnEn toda historia hay dos partes, más en las de amor. Sin saber qué piensa el otro dos jóvenes viviran su propia historia... y el final aún está por escribirse...