♚ R E A L : O N E ♚ 전 정 국

Halcón Real

- Querido, es la hora. - anunció su madre quien enfundaba el más hermoso vestido color coral con piedras preciosas que lo hacían brillar.

- Madre, espero que entiendas que no estoy dispuesto a pedir la mano de nadie. - Habló serio el joven Rey de Nyomg.

- ¡Tonterías querido! - exclamó con suma gracia la mujer de porte elegante, estrecha cintura y joyas costosas. - Tienes 27 años Jeon, basta de damas de compañía. Es momento de que tengas tu Reina. - sonrió acomodando las insignias de todas las batallas ganadas que su hijo valientemente enfrentó.

- Repito Madre. - Habló con dureza retirando las manos de su delicada madre de su pecho con seriedad para que sus orbes claros cayeran en el rostro afeminado de su progenitora. - No voy a casarme. - Y con esa última afirmación, el Rey Jeon Jungkook, Rey de Nyomg bajó a celebrar el que era su cumpleaños número 27.

El día en el que todo cambió.

♠

Reino de Nyomg.

El Reino más grande y poderoso de Gyok. ¿Por qué? Bueno, además de ser el principal Reino proveedor de alimentos a los demás Reinos, es reconocido por su gran, joven y talentoso Rey, Jeon Jungkook. Quién se encargó de poner el nombre de Nyomg por todo lo alto con sus innumerables batallas ganadas, con sus increíbles expediciones, con sus maravillosos y experimentados soldados y por su puesto... con su brillante porte y hermosura.

Que por su puesto, era su condena también. Pues no era reconocido solo como un joven majestuoso si no también como uno mujeriego, calculador y sobre todo, muy malcriado con lo que quería.

Caprichoso, muchos le decían.

Aunque el Rey de Nyomg era respetado, de la misma forma era temido. Pues el Rey Jeon era bastante inteligente y jamás dejó que nadie pasara por encima de él. Ni siquiera sus propios progenitores.

No tenía hermanos, no.

Tenía una hermana.

Muy hermosa por cierto.

La Princesa Jeon Sun Hee. Muy hermosa y muy sobre protegida por su hermano, quien a pesar de ser menor que ella, era inimaginablemente más temible, alto y autoritario que ella.

Pero eso no es suficiente para describir todo lo que rodea al Rey Jeon pero si lo esencial que por ahora deben saber.

- Rey Jeon. - con educación pronunció una de las sirvientas del Palacio haciendo una reverencia respetuosa para posteriormente dejar el exquisito plato a merced del joven Rey.

En silencio, el Rey espero hasta que cada persona en la mesa fuera servida y posteriormente alzó su copa llena de vino hacia los presentes.

- Gracias a nuestros soldados, nuestros agricultores, nuestros ganados, gracias a las riquezas de Nyomg, que nos permite degustar tal exquisitez como lo es nuestro ahora alimento. Coman y disfruten pero recuerden que hoy por hoy y por el mañana. - finalizó dejando caer un pequeño chorro de vino en aquella increíble mesa de roble e inmediatamente alzó nuevamente su copa. - ¡Por Nyomg! - Gritó con furor e inmediatamente los invitados le siguieron.

- ¡Por Nyomg! ¡Larga vida al Rey Jeon! -  Se escuchó por toda la estancia y Jungkook sonrió genuinamente mostrando aquellos perlados dientes.

La cena transcurría con normalidad, sin embargo para el Rey Jeon no era así. Y todo era culpa de su pequeña - no pequeña hermana y sus malditas insinuaciones para con el Lord Kim. Quien no había un solo maldito día en el que no le enviara a su hermana sus flores de cortejo.