Victoria & Isaac

Capítulo 9

POV. VICTORIA

Quería ver cómo éramos realmente, como era la verdadera convivencia entre nosotros y en el segundo día se pudo ver los resultados.

- La semana que viene tengo un examen, estoy tan nerviosa que creo que ya me estan entrando ganas de vomitar, no es que lo lleve mal, pero cumplir con las expectativas de todo el país es realmente agotador.

Vi de reojo como él hizo una mueca que intentó disimular. Le miré divertida y apoyé la cara en mi mano.

- ¿Te irrita mi voz?

- Aún no me he acostumbrado del todo, pero sigue.

- No, ya me voy, que llego tarde.

- Menos mal.

Rodé los ojos y cogí mi móvil antes de ponerme la chaqueta.

- Recuerda ir a comprar.

- ¿He de ir yo solo?

- Tú sabes lo que se ha de comprar, yo no tengo ni idea.

- Pero ven conmigo. - se quejó.

- Sí, claro, los dos.

Me despedí de él y me quedé pensativa, creo que había entrado en un supermercado dos veces en mi vida y una no compré nada. Dejé el tema y fui a clase, como siempre, todos me miraron en busca de alguna marca del puñetazo que me dieron, pero no había ni rastro, con ayuda del maquillaje se disimulaba lo poco que quedaba de ello, aunque los del cuerpo seguían doliendo.

Pasamos una semana en la que hacíamos lo mismo todas las tardes, cada tres dias comprábamos comida juntos en un supermercado un poco lejos del apartamento y veíamos pelis o comentábamos la serie que estábamos siguendo juntos. Intentaba no hablar demasiado para que todo fuese mejor, pero a veces se me soltaba la lengua o las manos, siempre me había gustado tocar a las personas con confianza, pero ahora era mucho más íntimo y no sabía si solo era por mi parte. También fuimos al cine y salimos a comer. El sabado por la noche se le ocurrió que podríamos ir juntos a la fiesta de bienvenida que se daba en la universidad.

- ¿Y que hablen de nosotros? No, gracias. - dije.

- ¿Por qué iban a hablar de nosotros?

- Porque vamos juntos.

- Siempre vamos juntos Victoria, no saques las cosas de contexto.

- Sospecharan, hay rumores que se han formado por menos.

- ¿Tan malo te parece que nos vean juntos?

Le miré sin saber qué decir, sabía con qué intención iba su pregunta y le quería decir que tenía mucho miedo de esto, pero creo que su cara de decepción pensó lo peor.

- Vale, pues ves tu sola, iremos por separado si te parece mejor. - dijo con fastidio.

- No te enfades, es que...

- ¡No! No me vengas con lo de siempre, que tu eres la princesa y yo soy el hermano de la reina, déjate de esas tonterías, si te da verguenza ir conmigo lo asumo, pero no te escondas detrás de las excusas.

- No me da verguenza estar contigo. - repliqué.

- Llevas una semana esquivandome en público, ni siquiera me dejas hablar contigo por los pasillos, pero cuando llego aquí, cuando estamos solos, todo son sonrisas tontas y todo va genial, estoy harto, no voy a ser tu secreto.

Se giró con la intención de irse, quería hacerle sentir mejor.

- Isaac, espera, no...

- No vale la pena seguir discutiendo, salimos en diez minutos.