Capítulo 11

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POV. VICTORIA

DOS AÑOS DESPUÉS

Hailey cogió de mi cintura mientras bailaba conmigo, mi amiga me hacía parecer muy sexy bailando. Todos nos coreaban, era reconfortante volver a la universidad después de todo el verano, ver a mis amigos y poder volver a vivir con Isaac. En palacio era tremendamente difícil vernos.

Una mano en mi cintura me bajó con agilidad y me condujo entre la multitud, por su olor ya sabia perfectamente quién era, así que le seguí hasta un baño, donde nuestrad bocas se unieron y sus manos me recorrieron con ansias. Habíamos estado un mes sin ningún tipo de contacto, había sido una tortura tener que vernos cada día.

- Te he hechado de menos.

- Y yo a ti.

Gemí cuando su mano se coló en mi ropa interior, después de dos años sabía perfectamente cómo complacerme. Apoyé la cabeza en el cristal que tenía detrás y mis manos palparon el grifo de la pica.

Isaac besó mi cuello mientras me masturbaba y cuando llegué al orgasmo entró en mí de una estocada y me folló contra el lavabo. Me cogí de sus hombros mientras me empujaba con fuerza y nuestros labios se juntaban desesperados.

Acabamos sudorosos y con el espejo empañado.

- ¿Y si nos vamos ya a casa? - dijo.

- Deja que esté un rato más, cielo.

- De acuerdo.

Me sonrió y volvió a besarme, bajándome de allí con cuidado y poniéndome bien el vestido.

- Estás preciosa, por cierto.

- Tú también estás muy guapo.

Le guiñé un ojo antes de ir a la puerta del baño, pero no llegué a tocarla, porque volvió a atraerme hacia él y yo le sonreí.

- ¿Qué?

Miró su móvil y me lo enseñó, ya era media noche.

- Felicidades. - me dijo antes de besarme.

- Muchas gracias ¿te vas a envolver de regalo como el año pasado?

- Mm... Creo que voy a renovar tu regalo.

- A mi me gusta que te envuelvas de regalo. - le dije.

- ¿En serio?

- Sí, puedo desenvolverte y es un regalo que me gusta siempre, lo uso casi todas las noches.

- Y las mañanas, en la comida, en el desayuno, en la ducha, en el gimnasio...

Le di un golpe y él me sonrió.

- Cuando quieras irte avísame y nos vamos.

- Vale, gracias.

Le di un beso y me separé de él con una sonrisa, me giré y su mano golpeó mi culo, algo que en estos dos años hacía muchísimo y le daba igual en qué situación. Una vez lo hizo en una reunión televisada frente a todos, menos mal que nadie lo vio.

Salí de nuevo y bailé con Hailey un rato más, después me senté con ella en un sofá a hablar y cuando mis ojos me pedían tregua, busqué a Isaac, que estaba con sus amigos hablando en la mesa de billar. Me acerqué y apoyé la frente en su hombro, agotada.

- ¡Oh! Esta es la señal para irnos antes de que se duerma por el camino.

- Por favor.

- Adiós chicos. - se despidió Isaac.

Victoria & IsaacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora