POV. VICTORIA
Era un caos absoluto.
No pensamos que la noticia de que estabamos saliendo fuese a conllevar tanto barbullo en el país. Mi hermano ya se había enterado hacía unos meses porque, después de tres años juntos, habíamos decidido que queríamos dejar de escondernos, su reacción fue bastante mejor de lo que me había imaginado, no se enfadó... Demasiado.
Él decía que no era lo ideal, pero que no iba a meterse. Así que empezamos a dejarnos ver y obviamente las revistas estaban llenas de nuestras fotos, saliendo de restaurantes, caminando de la mano, incluso nos siguieron hasta Nueva York cuando hicimos un viaje romántico en navidad.
Pero ahora todo era real y muchos estaban totalmente en contra, yo estaba acostumbrada a ignorar los comentarios, pero Isaac lo llevaba peor.
- Dicen que hemos sucumbido a la necesidad de calor en nuestro encierro.
- ¿Nuestro encierro? Ni que fuesemos leones en jaulas.
- Tú eres más una tigresa insaciable.
- ¿Qué dijimos de estos comentarios en palacio?
- Lo siento, lo siento, es inevitable, oye, ese vestido te hace un cu...
- ¡Tito!
Gabriel apareció por la puerta de nuestra habitación con una pajarita mal hecha, estaba adorable con ese traje.
- Hola, vaya, qué pajarita más moderna.
- No sé hacerme el maldito nudo.
- Vaya, a mi también me costó aprender ¿dónde está tu madre?
- Con papá en el despacho, ayudándole.
- Ah, qué bien, toma ya, ya estás listo.
- Gracias tito.
- Estás muy elegante. - le dije con una sonrisa.
- Gracias tita, a ver cuanto tiempo aguanto antes de quitarme esta pajarita tan incómoda.
- Tú puedes. - le animé.
Salió corriendo por el pasillo de nuevo, en dirección a su habitación. Acabé de ponerme los pendientes y puse bien el colgante que me había regalado Isaac hacía un año por mi cumpleaños, detrás del corazón había grabado la fecha que empezamos a salir.
A través del espejo vi su sonrisa, me cogió de los hombros y yo suspiré mirándole.
- No estés nerviosa, todo saldrá bien.
Besó mi nuca descubierta y me giré para abrazarle.
- El nervioso eres tú, yo estoy acostumbrada a...
- ¿Dónde cariño? ¿Por aquí? - oímos la voz de una chica que conocíamos muy bien.
Me separé de Isaac un poco, mirandoa la puerta.
- Sí, es aquí. - dijo la voz de mi sobrina.
- Perfecto, gracias cielo.
Y entonces, como la personificación de una supermodelo de casi cuarenta años, apareció nuestra tía. Su sonrisa era tan contagiosa, nos miró apartando su pelo pelirrojo de la cara y abriendo los brazos mientras iba hacia nosotros.
- ¡Mis niños!
- ¡Bárbara!
Fui a darle un abrazo y ella me achuchó con fuerza, como siempre hacía, después hizo lo mismo con Isaac y no dejó de palparle los brazos.
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Victoria & Isaac
RomanceEl palacio de Estocolmo no era lo suficientemente grande para mantener la paz entre los dos, ¿la facultad lo será? Es un hecho, Victoria y Isaac se llevan como el perro y el gato, pero de tanto jugar con fuego uno siempre se acaba quemando, pero qu...