POV. VICTORIA
Des de esa noche no había vuelto a ver a Isaac, solo me lo cruzaba muy de vez en cuando por algún pasillo, pero no hablábamos, él ni siquiera me miraba. Y des de esa noche no había parado de pensar en él.
Había pasado casi dos meses des de entonces, puede parecer exagerado, pero en palacio nos habíamos pasado casi medio año fingiendo que el otro no existía por una simple pelea, así que no era nada nuevo que no nos hablásemos.
Todo ese tiempo en la universidad sola me hicieron ver que no necesitaba a nadie para sacarme una carrera, me centré en mis estudios y todo fue muy bien. Pronto tendríamos las vacaciones de Navidad y mis exámenes tenían notas que envidiar, me era muy fácil aprobar, pues había estado toda mi vida escuchando todo lo que decían en las clases.
Dos días antes de empezar las vacaciones hubo un problema von mi hermano. Al parecer estaba planeado dar un discurso en una plaza cerca de palacio, pero hubo una amenaza terrorista que se localizó en el último momento, sacaron a mi hermano de allí, pero muchos periodistas y agentes de seguridad murieron o quedaron heridos. Eso conllevó que hubiera un cambio de ambiente en la universidad.
Estaba caminando por un pasillo exterior que llevaba a la biblioteca, necesitaba dejar un libro que había cogido, cuando alcé la vista de la portada, vi a Isaac correr hacia mí, aunque no me miraba a mí. Segundos después me encontraba en el suelo con la cara dolorida, alguien me había pegado un puñetazo. Mis libros se desperdigaron por el suelo y el asfalto me raspó la otra mejilla. Gruñí y solté una exclamación ahogada de dolor cuando una patada llegó a mi estomago, luego otro en mis costillas y mi espalda. Me hice una pelota para intentar protegerme, pero no sirvió de mucho.
- ¡Asesina! ¡A ver si le hace gracia a tu hermano que te mate!
- ¡FUERA!
Cerré los ojos y las patadas cesaron, protegí mi cabeza, tal y como me habían enseñado los guardias de palacio. Esperé unos segundos y no me llegaban más golpes, así que me levanté todo lo rápido que mi dolorido cuerpo me permitió y salí corriendo por el pasillo, no miré atrás, cuando llegué a la puerta de la biblioteca, entré sin cuidado, con la respiración acelerada. Miré la puerta cerrada mientras mi corazón bombeaba con fuerza en mi pecho.
No había nadie allí dentro, donde normalmente estaba la bibliotecaria ponía el cartel de "Vuelvo en cinco minutos". Caminé hasta la mesa más cercana y me senté en una silla, apoyando los codos en la mesa y sacando el móvil para llamar a mi hermano, que no tardó en contestar.
- Victoria ¿estás bien?
- Sí, más o menos ¿qué ha pasado?
Me contó la situación en la que se había visto envuelto y entonces todo cobró sentido.
- Pues entonces ya tiene algo más de sentido todo esto.
- Te han herido ¿verdad?
- Me han pegado un puñetazo en la cara.
- ¿Cómo te has deshecho de ellos?
- Isaac lo ha hecho, yo he salido corriendo.
- Bien hecho, mandaré un coche a buscarte ahora mismo.
- Mañana hay clase, es el último día.
- Me da igual, no vas a ir, te enviaré un mensaje cuando esté allí el chófer, recoge lo que quieras llevarte y encontraremos una solución para esto.
- Bien, hasta luego.
Colgué y dejé mi móvil en el bolsillo d emi pantalón otra vez. Me fastidiaba un poco tener que irme antes por culpa de un descerebrado que no sabía separar los acontecimientos de las personas. Mi móvil volvió a vibrar y miré la pantalla, era un mensaje de Isaac. No pude evitar ese remolino de sensaciones en el estómago que me produjo eso. Lo abrí, quería saber dónde estaba, se lo dije y volví a guardar el móvil, esperando a que llegara en cualquier momento.
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Victoria & Isaac
RomanceEl palacio de Estocolmo no era lo suficientemente grande para mantener la paz entre los dos, ¿la facultad lo será? Es un hecho, Victoria y Isaac se llevan como el perro y el gato, pero de tanto jugar con fuego uno siempre se acaba quemando, pero qu...