EL AMOR NO SE OLVIDA...

Capitulo 5- Sueños borrosos

No te lo dije antes por que no lo veía necesario pero ahora...

Yo siempre te e amado...

¡¡MARLENEEEEEEE!!...

Gente llorando...

No me dejes preciosa, tu puedes amor...

Sobrevivirá...

Sangre por todos lados...

Mamaaá... no puedo...

amiga no me dejes...

Te necesito...

Gritos... ambulancias... sirenas... lamentos...

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Abrí mis ojos

¿En donde estaba?

Estaba sudando demasiado, sentía demasiado calor por todo mi cuerpo...

No estaba en mi habitación.

Solo veía el techo blanco, y una lámpara.

Mire a mi alrededor y vi a cuatro personas familiares.

-¿Mamá? ¿Papá?

Ambos reaccionaron al mismo tiempo y se dirigieron rápidamente hacia mi.

-Mar, preciosa- dijo mi madre- te has desmallado, al parecer a sido por la sangre que viste.

-Lo Bueno que Johan te atrapo antes de que cayeras al suelo, de haberte golpeado la cabeza hubiera sido peor.

Era cierto, desde un día que también desperté en un hospital, mis padres me dijeron que me había caído, así que no podía volver a golpearme la cabeza ya que podía ser algo mortal.

Entonces tomo medicamento y evito golpearme demasiado fuerte la cabeza, un golpe en el suelo seria mi fin.

-¿Jo- Johan?- dije y luego mire la habitación y lo encontré mirándome- ¿tú me has detenido?

-Si... te detuve antes de que te golpearas la cabeza y ...

-¿como sabías que no debía golpearme la cabeza?

-Bueno, me acabo de enterar, pero en cuanto vi que te tambaleabas te detuve para suavizar tu caída.

-Gracias- dije con una mirada muy significativa.

-No es nada, Mar.

Mire hacia Viveka, ella estaba sentada con la cabeza agachada, parece como si estuviera llorando.

-¿Viv?- le dije

Ella levantó la mirada y efectivamente estaba llorando, se limpió las lágrimas y sorbió su nariz.

-Mar, perdón, es que me e asustado- dijo- No me cual vas a asustar así ¿oíste?.

Sonreí
-Okay- dije- ven acá yo se que quieres abrazarme.

Ahora ella sonrió y se dirijo rápidamente a mi.

Nos abrazamos con fuerza y luego se nos unieron mis padres.

Levante mi mirada y vi a Johan parado mirándonos, sonriéndole y con mi mano le indiqué que se acercara también.

Y eso hizo.