Capítulo 3.

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Lena

Desde que llegué a la casa Luthor lo único que quise fue tener una familia.

Quería tener el cariño que se supone que todo niño debe tener pero en vez de eso, lo único que tuve fue órdenes y tener que tratar de ser perfecta.

Lex era el único que me aceptaba tal cual era, jugábamos ajedrez por horas y siempre me dejaba ganar aunque no lo admitiera.

Ni siquiera les importaba que tuviera un pene, creo que lo tomaron como una ventaja. Muchas de las grandes familias tienen herederas y es complicado para ellos encontrar un buen compromiso que sea de buen provecho para sus compañías.

Que ambos hijos Luthor pudieran tener hijos solo significaba la perpetuidad del apellido.

No era la forma en la que yo quería que me aceptarán pero fue con la única que me conformé hasta que Lionel murió y Alexander se volvió demente.

El mundo en el que lograbamos vivir se desmoronó. Lillian apoyaba a Lex en su cruzada contra los aliens y los noticieros comenzaron a desangrar nuestro apellido.

Todo lo malo que pasaba era culpa de los Luthor. Alienígenas muertos, calentamiento global, extinción de especies. Todo era culpa de los Luthor.

¿Pero quién podría juzgarlos por creer eso cuando los Luthor fueron quienes intentaron acabar con los refugiados alienígenas en el planeta?

Y hasta ese punto llega todo.

No más aceptación.

No más cariño.

No más familia.

Hasta que una mañana Lillian me dijo que el apellido Luthor no me merece.

¿Quién en su sano juicio le diría eso a alguien que odia?

No lo entendía en ese momento y aún no lo entiendo pero ver salir de acá a Supergirl sin un solo rasguño y con vida me hace prender aún más las alarmas en mi cabeza.

Nadie cambia de un día para otro y menos alguien como Lillian.

Seguramente debe estar planeando algo y sea lo que sea, la detendré. No dejaré que alguien más salga herido por nuestro apellido.

Porque si, soy una Luthor y no, no odio a los alienígenas.

—Lena, buenos días —saluda Lillian como si nada.

—Buenos días —le respondo, quiero saber que planea pero hablar con ella es como jugar ajedrez, si muevo mal una pieza o digo algo que no le guste, habré perdido la partida.

—Necesito que te hagas cargo de la sede de Luthor-Corp en Londres —habla Lillian casi en tono de orden.

Pero si yo me voy a Londres ella terminará yendo a...

—¿Qué? ¡No! —respondo.—Es mejor que tú vayas a Londres y yo me vaya a la sede de National City.

—¿Por qué tanto interés de repente en esa sede? —suelta los papeles que tiene entre las manos y entrecierra los ojos.

—Por nada —cientos de alarmas suenan en mi cabeza. No puedo dejar que Lillian vaya a National City, puede poner en peligro la vida extraterrestre que se encuentra ahí.

—Lena Luthor, dime la verdad ¿Por qué tanto interés en ir a National City?

No es que tenga un interés en específico, es que quiero proteger a sus habitantes de otros mundos aunque Supergirl viva allá.

También quiero demostrar que los Luthor podemos convivir en paz con los súper y hacer las paces, es solo por eso.

—Lena, quiero la verdad —Lillian me reta con la mirada pero no dejo que me vea los nervios que me produce—¡Habla de una vez Lena Luthor!

Running home to you 〔+16〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora