Capítulo 11.

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¿Había algo más pesado que un viernes en un colegio de jóvenes acomodados? Nanon podía definir ese día en específico como su peor pesadilla, una ficha el día anterior leída donde se avisaba de un examen para el cual se esforzó en estudiar y esperaba poder sacar la nota suficiente como para ocupar algún puesto entre los alumnos generales o al menos en los de su salón.

Aún así un examen seguía siendo el problema mínimo ante lo que debía soportar, alumnos invadiendo todos los pasillos del colegio mientras corrían felices porque se aproximaba el fin de semana y eso le resultaba algo tonto si tenían en cuenta que aún tuviesen dos días libres siempre terminaban saturados de tarea porque en lo último que pensaban los maestros era en su salud mental y en que también debían tomarse un merecido descanso.

Cuando ingreso al aula observo a Pawat escribir sobre su cuaderno al tiempo en que observaba otro, el profesor aún no se hacía presente así que cuando se sentó a su lado supo que estaba repasando para el examen.

Moría de ganas por desearle suerte y poder abrazarlo porque siempre se esforzaba mucho cuando se trataba de los exámenes pero debía resistir y eso dolía mucho.

— ¡Nanon! — Escucho los gritos por parte de Chimon así que se levantó de su propio asiento y se dirigió hasta el del mencionado.

— ¿Tan temprano y molestando?

— ¿Estudiaste para el examen? Lo olvidé por completo y estoy jodido.

— No deberías preocuparte mucho ya que siempre logras aprobar aún si no estudias — JJ les hablo a ambos dejando también sus apuntes de repaso y saludando con una pequeña sonrisa a Nanon.

— Espero hacerlo porque de lo contrario mamá no va a dejarme salir y debemos ir a la casa de JJ.

Los chicos le observaron con el ceño fruncido.

— ¿Perdón? — Respondieron estos al unísono.

— ¿Qué?

— ¿Cuando dije que podían venir a mí casa?

— AJ hizo planes con uno de mis amigos así que tendrás la casa sola, no tienes excusa — Esa sonrisa altanera decoro sus labios, Nanon lo detestaba pero en ese momento agradecía mínimamente tener algún plan para distraerse.

— Gracias por hacer planes sin consultarnos.

— Si los espero muy probablemente no salgamos nunca así que callense — Antes de que pudiesen responder ya la puerta había sido azotada de forma para nada suave avisando la presencia del profesor que ni bien ingreso comenzó a sacar las hojas del examen.

— Suerte — Se despidió Nanon volviendo hasta su asiento y recibiendo la hoja de examen.

— No se relajen aunque me vean distraído, llevo años en este oficio y se perfectamente sus mañas así que no quieran pasarse de listos conmigo — Utilizo su celular apretando el botón del temporizador — Tienen exactamente cuarenta minutos antes de que termine la hora, nada de hablar ni observar la hoja del compañero o serán descalificados.

{...}

Una de las desventajas que tenía el tener examen además de tenerlo era la tensión que se apoderaba del lugar mientras los alumnos mordían sus uñas en espera de que la hoja de calificaciones llegase hasta cada uno de los rincones del colegio, incluso los almuerzos se enfriaban sobre las mesas ya que el apetito a cada uno se les iba por completo, quizás haya uno que otro desinteresado en el tema pero la gran mayoría tendía a preocuparse en demasía.

— Siento que lo hice bien pero no puedo estar completamente seguro ¿Y si falle? Bueno pensar que me fue bien es también atraer lo bueno ¿No?

We could have had it all | Ohmnanon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora