Sɪʟᴄᴏ

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Imagina

Advertencia: no

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Imagina que durante tanto tiempo de ser pareja, sientas como te quitan tu lugar en sus ojos, que intentes recuperarlo haciendo trabajos enormes y pesados.

Rendida con tu mochila, con tus pertenencias en ella, sentada en la orilla de tu cama, lista para irte y volver a enamorarte el regresa. Tu ultima misión te había dejado con miles de heridas, pero ya estabas mejor debido a que había pasado un mes de aquello.

- _ - la puerta se abrió de golpe viendolo a el una pequeña llama de esperanza se prendió en tu corazón hecho trizas - me enteré de tu ultima misión y vine a verte - de ahí ya no quisiste escuchar, miraste al suelo sintiendo como un balde de agua caía en ti apagando la llama... ¿después de un mes? viste como su mano se aproximaba a tu rostro, rápidamente esquivaste su mano.

- no - fue lo único que salió de tu boca dejando a Silco confundido.

- ¿no?, ¿_? - pregunto Silco algo desesperado cuando recordaste que Jinx se había ido hace un día creando un pensamiento en ti..

soy la segunda opción, pensaste sin mover tu rostro, tu mirada no recorrió la habitación, llego de forma fija a el, como una flecha lista para clavarse en el punto rojo, y de esta salió una lagrima

 - ¿_? 

- no Silco, ya se acabo, ya no quiero estar contigo - ahí explotaste, casi en grito desgarrador lo mirabas de manera profunda, el se limito a mirarte de forma incrédula, no creía lo que estaba pasando, tomaste la tela de tu pantalón estrujándolo y bajando la cabeza junto a tu mirada la cual era inundada por un mar de lagrimas, como si fuera a golpearte, te sobresaltaste al ver su mano acercarse a ti, retrocediste impulsada por tus pies hasta el otro lado de la cama la cual pegaba contra la pared y ventana - mi error fue amarte tanto que - sollozaste - cuando supe que ya no era mi lugar más quería aferrarme, aferrada a tan solo un recuerdo de como me llegaste a mirar.. - Silco buscaba una manera desesperada de tocarla pero te limitaste a retroceder a la esquina y abrazar tus piernas - no, detente - sollozaste.

Sabías que en ese momento si el llegaba a tocarte podías pedirle perdón hasta por lo que no hiciste.

 Pero el aferrado a recuperarte toco la punta de tu bota recibiendo una patada en su barbilla que lo lanzo al otro lado de la habitación, tomaste tus cosas y saliste huyendo de la habitación.

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Oyendo musica de amorsh cuando escribo esto, q cosas va.

﹁ꋬꋪꉔꋬꋊꏂ﹂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora