Invierno de 1859
En alguna parte del país de Camelot, una señorita de aproximadamente 19 años, estaba dando a luz a un niño de cabello negro y ojos rasgados.
Aquella señorita miraba con desprecio a aquel bebé, no quería hacerse cargo, pero tampoco planeaba abortar porque en su consiencia sabía que el no tenía la culpa de su irresponsabilidad.
Así que después de unos días, después de pensarlo muchas veces, decidió quedárselo y criarlo con los pocos recursos que tenia.
Pero... una semana después comenzaría una guerra con el país vecino, Rumanía, y por consecuencia.... aquel pueblito dónde el niño vivía de lo mas felíz... fue brutalmente masacrado...
Aquella jovencita llevó a su hijo hasta la orilla de un río, le coloca en una canasta y al fiel estilo de Moisés, dejaria que el río se lo lleve...
- Lo siento... antes de que nacieras... te maldecia... te odiaba porque ibas a ser un obstáculo... pero después de que nacieras... me dí cuenta de cuán equivocada estaba... por eso vive... vive por mi y por los demás... vive... Mauro... recuerda que mami siempre estará contigo.
Y así, el pequeño Mauro, sin entender nada de lo que le dijo su progenitora... fue echado al río y se lo llevaría demaciado lejos... pero antes de eso... vería como su mamá... era descuartizada en 8 pedazos iguales.
Así comenzó su viaje... hasta que unas cuantas horas después llegaría hasta un pequeño puerto, dónde fue encontrado por unos seres misteriosos.
- ¿Un bebé?
- ¡¿Es un bebé humano?!
- ¿Como es que pudo entrar por la zona de maná? Esa es muy dificil de pasar, incluso para nosotros.
- ¡Eso es imposible!
- ¡Entonces como explicas el que esté aquí!
- Bueno... ¡¿De dónde quieres que sepa, hermana Mayor?!
- Dejemos eso de lado... debemos de llevarlo a la aldea-
- ¡¿Estás demente, Margaret?!
- Calmate Anastasia. Está haciendo demasiado frío para que un bebé pueda soportarlo por si mismo. Además, es un bebé, no representa una amenaza, no es como los otros humanos que nos llaman demonios cuando ellos mismos lo son por destruir su único lugar dónde pueden vivir. No me sorprendería que el mundo se acabe mañana por culpa de ellos.
- Ya fue suficiente... pero, ¿Deberiamos decirle al anciano?
- Eso sera pan comido. Por suerte el anciano es una buena persona.
Ambas muchachas encapuchadas llevaron muy lejos al pequeño bebé. Hasta llegar a una pequeña aldea. Y luego se dirigieron hacia el mismo jefe. Pero...
- ¡No!
Margaret: ¡Pero es un simple bebé! ¡No es como si vaya a destruir una catedral solo para interferir en algo muy sagrado como es el matrimonio! O ¿si?
Anastasia: Calmate, Hermana Mayor.
- Es un simple bebé humano, en eso tienes razón. Pero cuando crezca será una amenaza.
Margaret: ¡Por eso! ¡Mi hermana y yo nos encargaremos de educarlo bien, para que así sea de ayuda! Ya que usted planea hacer una tregua con los humanos. Y si criamos a este niño, ellos pensaran que podemos convivir con humanos.
Anastasia: ¡No me metas en esto!
- Entiendo... acepto su trato... pero si ocasiona algún desastre, yo mismo me encargaré de echarle de aquí.
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"La vida de Uesugi Futaro en otro mundo - Go-tōbun no hanayome" (Remake)
FanfictionHola, soy el autor de esta wea. Está historia es el remake de mi anterior historia, el caso es que será demaciado extensa, contando con 9 arcos argumentales (esto es de momento, puede que en el futuro aumente o disminuya), además de contar con perso...