"La vida de Uesugi Futaro en otro mundo - Go-tōbun no hanayome" (Remake)

"Capítulo 16: Una pelea sin resultado "

Lunes 01 de Junio de 1896.

Ciudad capital de Camelot, 8:26 pm.

Una noche algo calurosa, lleno de estrellas que iluminaban el oscuro cielo nocturno. Una bella noche que debería de ser bella, pero...

Fuutarou: ...

Itsuki: ...

Ambos nos dirigiamos hacia el domicilio Nakano, no nos miramos, ni mucho menos hablamos. Lo anterior dicho de que me empezaba a agradar está aura, creo que estaba equivocado.

Pero me imagino que se preguntaran que porque estamos en plena calle y los dos juntos, cuando se suponía que debería de estar enfrentando al señor Mauro... pues verán, una cosa llevó a la otra y así es como terminamos aquí.

Pero para que esté capítulo no sea el mas corto, voy ha narrar lo que pasó hace unos minutos. Exactamente unos 20 minutos.

(...)

El señor Mauro había creado un arco de veneno, y junto con una flecha del mismo material, me apuntaba directamente en el pecho.

Nos quedariamos viendo fijamente, hasta que escuchamos la muchedumbre de afuera. Ahí fue dónde me di cuenta que habíamos llamado la atención de muchos.

Mauro: Antes de matarte. ¿Tienes una pregunta?

Fuutarou: Si la hay. ¿Por qué llevas el apellido Nakano, si es originario de Wilhem-san? No se supone que lo odias.

Mauro: Enserio... pudiste preguntar otra cosa, como por ejemplo: Sobre tu magia. Pero bueno. La respuesta es mas simple de lo que se muestra. Llevo el apellido Nakano porque primero, no tengo un apellido fijo; y segundo, lo llevo por respeto a Rena-san, la mamá de las 5.

Fuutarou: Eso explica muchas cosas. Otra pregunta. ¿Que pasaría si me matarás? No se, Piénsalo.

Mauro: Lo primero es que mis hijas dejaran los estudios por sus pesimas notas. Lo segundo es que... las obligaré a casarse para que no sean una cualquiera. En el caso de Itsuki, ella ya está comprometida con el hijo de la tercera familia de la realeza que gobierna todo este país. Rigel dritte. Aunque ella todavía no lo sabe.

Fuutarou: Oye... no se mucho de estas cosas de criar a alguien. Además no me quiero involucrar en sus problemas... Pero creo que te equivocas en algo. Puede que seas su padré, pero eso no te da derecho a elegir sobre su futuro. Y si dado el caso muero. Quiero que dejes que ellas decidan sobre que futuro tomar.

Mauro: Ya veremos. Pero de lo que estoy seguro es que tú, vas a morir aquí mismo.

Fuutarou: ¡Tch!...

Me quedaban unos 20 segundos, solo 20 segundos para que está oscuridad me consuma de nuevo y provoque otro desastre por esto.

El señor Mauro cerraria sus ojos y aparentemente empezó a aumentar su maná, y el arco se hizo aun más grande, incluso la flecha. Una ráfaga de viento se empezaba a esparcir por toda la habitación, producido la increiblemente pesada aura de su magia, la cual rompería los enormes vidrios de la ventana.

Solo quedan 15 segundos...

Mauro: Mándale saludos a Wilhem en el infierno.

Fuutarou: ¡¿Por qué no vas tu mismo?!

Me puse a la defensiva, temblaba un poco por el miedo que empezaba a apoderarse de mi cuerpo. No tengo salida. Solo un milagro puede salvarme.

Solo quedan 11 segundos.

Mauro: Bye Bye.

Fuutarou: ....

La flecha saldría disparado a una velocidad que no era muy visible. Fue tan rapido que cuando la flecha estaba a unos 2 metros de mi, pude percatame de ello.