"La vida de Uesugi Futaro en otro mundo - Go-tōbun no hanayome" (Remake)

"Capítulo 42: Sangre De Demonio"

El calor era insoportable dentro del tren que llevaba a todos los estudiantes de la academia «Oxford» de vuelta a la ciudad capital de Camelot.

A pesar de que tan sólo estuvieron unos 3 días de campamento a más de 3,000 m.s.n.m, todos se habían acostumbrado al fresco clima de la zona.

Fuutarou tenía su mente entretenida con el paisaje que observaba a través de la ventana de vidrio.

Itsuki estaba a su costado derecho, usando sus propias manos como abanico. Era inútil, sus esfuerzos sólo provocan pérdida de energía.

“Mierda… no hay nadie en este infierno que tenga magia de viento…” pensó Fuutarou, mientras colocaba suavemente el vidrio impregnado en la parece.

“Ni siquiera Miku se encontraba en buen estado como para que utilice su magia de Hielo…” recalcó para sí mismo.

Debido a la pelea anterior, Miku terminó de usar la gran mayoría de su magia para curar las heridas de los demás.

Fuutarou estaba consciente de que seguir quejándose por el calor no iba a solucionar nada, por lo contrario, iba a gastar energía.

La academia les había dividido en dos grupos: el primero iban a llevar los cadáveres y el segundo los sobrevivientes.

A pesar de que todo pasó tan solo hace menos de 2 días, ya habían llegado rumores desde la capital. Se decía que ahora mismo era un caos, en especial la academia «Oxford». Incluso también se oía que algunos padres empezaron a sacar a sus hijos de la academia.

Para Fuutarou, esto no le afectaba en lo absoluto. Debido a que técnicamente el mismo gobierno de Camelot lo puso en la academia «Oxford» con la intención de tenerle en vigilancia.

Fuutarou suspiró agotado por el calor. Y para no seguir sintiendo el infierno abrasador, cerró sus párpados.

Entonces se le vino la imagen de Takeda Yuusuke. Su “amigo”, después de lo sucedido, siguió su camino hacia el país del Norte, Albion (técnicamente es una copia de Francia, incluso su idioma oficial es el francés).

—¿Uhm?

El pelinegro de ojos ámbar sintió la cabeza de Itsuki posar sobre su hombro. Ella estaba profundamente dormida.

En vez de enojarse como en ocasiones anteriores, simplemente dejó que lo hiciera. Tenía suficientes molestias con el calor y no quería estar peor de lo que ya estaba.

—…

Recordó entonces la vez que conoció a Takeda Yuusuke. Fue un día nublado de febrero, después de la masacre de su aldea.

Lo rescató de unas hormigas del tamaño de un perro, y como recompensa Takeda ofreció su amistad.

Tiempo después, tratando de demostrar sus habilidades desactiva el conjuro del collar de perla negra de Amelia… en la cual Kuro Amejisuto se encontraba sellada.

Fuutarou y Kuro llegaron a un acuerdo e hicieron un trato. Gracias a esto, Fuutarou recuperó su antebrazo derecho después del contrato.

—¿Uhm?

Él pelinegro de ojos ámbar abrió sus párpados, bostezo suavemente y observó a través de la ventana… ya habían llegado a su destino.

(...)

Pov: Fuutarou.

Luego de llegar a la capital otra vez, fuimos recibidos por una multitud de gente. En su mayoría eran padres de familia o simplemente curiosos.