"Capítulo 48: Debate En La Mesa Redonda"

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Jueves 25 de junio de 1896. 

«Quiero morir, quiero morir, quiero morir, quiero morir, quiero morir…» eran los constantes pensamientos negativos suicidas qué Uesugi Fuutarou tenía impregnado en su conciencia. 

Estaba sentado sobre una cama de paja bastante desgastada. Tenía la mirada pérdida, el rostro pálido, la respiración agitada… no había salido de esa habitación desde hace unos días. 

Se culpaba por todo lo que había pasado, se culpaba por no hacer nada relevante, se culpaba por ser un inútil, se culpaba por no tener el poder suficiente, se culpaba… de las muertes ocasionadas hace unos días. 

Recordar todo eso hacía remover su estómago hasta vomitar, debido a esto, en una esquina de aquella habitación había múltiples fluidos producto de su vómito incontrolable. 

«Natsumi…» recordó a su hermana adoptiva, la cual poseía un hermoso rostro suave y blanca, para luego cambiar a una completamente desfigurada… tanto que su cráneo y cerebro se observaban a simple vista. 

Recordar eso, hizo vomitar a Fuutarou. 

Trataría de aguantar las ganas de vomitar, incluso colocó ambas manos en su boca para evitar que su fluido se escape… pero fue inútil. Completamente inútil. 

No resistió y su vómito salió a chorros. Toda su comida que se encontraba en su estómago, ya había salido por completo. No tenía nada que arrojar. 

No aguantó más, el dolor era insoportable, empezó a llorar por ello. Su estado era muy lamentable. 

Cuando de pronto, la puerta se abrió desde el exterior. La luz del día ingresó por la puerta hasta llegar a iluminar completamente su cuerpo. 

—Sí qué estás en un estado bastante decepcionante. 

La que había abierto la puerta era Emily Wilson Taylor. Y en donde se encontraba ahora mismo era una de las habitaciones de la enorme cabaña de la pelinegra de ojos verdes, a las afueras de las ruinas de la ciudad capital. 

—Si qué apesta aquí adentro— se cubre la nariz con sus dedos —. Bueno, en fin, te están esperando en la sala principal. Quieren planear la manera de cómo solucionar este problema. 

Dicho esto, la pelinegra coloca una muda de ropa sobre la cama de paja. Luego de eso, se alejó del lugar rápidamente debido a que no aguantaba más el olor a podrido. 

Poniéndose de pie, Fuutarou se dirige hacia la bañera de la habitación. Todo tenía una apariencia muy conocida para Fuutarou, el diseño de la bañera le recordaba su vieja vida en Japón. 

Después de darse un baño con agua fría, se colocó la ropa limpia y salió a paso lento de la habitación. 

Su mente estaba en blanco, no le importaba nada. Sus ojos no tenían brillo. Su cabeza estaba cabizbajo. Caminaba como un jorobado. 

No se sentía de esta manera desde la muerte de su madre. 

—Vaya, hasta que al final decidiste salir de tu vida antisocial y deprimente. 

Nakano Mauro le dio la bienvenida al joven deprimente. 

El Nakano mayor tenía vendado todo su cuerpo, desde su cabeza hasta sus pies. Su carne estaba completamente calcinada, y su voz apenas se entendía. 

—... 

Fuutarou no respondió. No le importaba. 

Se sentó en la mesa redonda del comedor de la acomodada cabaña con estilo futurista para los de ese mundo, pero para Fuutarou y Emily era normal en su mundo. 

"La vida de Uesugi Futaro en otro mundo - Go-tōbun no hanayome" (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora