"La vida de Uesugi Futaro en otro mundo - Go-tōbun no hanayome" (Remake)

"Capítulo 31: Deber de hermana mayor"

La chica de cabello rosado corto estaba delante de sus hermanas menores, su rostro reflejaba furia pero a la vez cansancio, esto debido a que antes de llegar dónde sus hermanas, había peleado con unos cuantos dementes.

Ichika suspiró y miró directamente hacía la chica de cabello rubio corto y ojos azules rojizos, esta estaba agarrando firmemente su enorme y pesada espada de oro adornada con pequeños diamantes.

Ichika: ¡¿Tu eres...?!

Estaba confundida. La rubia solamente se limita a sonreir.

- Soy Regulus Lüge, de la academia de magia《Harvard》. Estoy aquí para ayudar.

Mencionó alegremente para que después se dirigiera dónde Ichika y ya estando a su lado, empezaría a vertir su magia de fuego en su espada.

El calor de la espada se sentía como si estuvieras dentro de una casa de calamina en verano. Era como estar en un horno.

- Pero después te cuento todo lo que quieras saber de mi. Ahora nuestra prioridad es aniquilar a ese demente.

Apretó fuertemente su espada y de un solo paso, salió impulsada hacía el peli-verde.

Y 《¡ZAS!》, realizaría un corte vertical tan potente que destruyó los árboles que se encontraban en esa área.

De pronto, unos enormes pedazos de madera surguieron de la tierra con el propósito de matar a la rubia.

Regulus se percataría de ello pero no estaba en posición para defenderse, y cuando ya estaban por perforar su delgado cuerpo, aquéllos pedazos de madera punteagudos se convirtieron en arena, las cuales se esfumaron por todas partes, hacía dónde el aire las llevara.

Regulus retrocede velozmente y estando a lado de Ichika, clavaría su espada en la tierra, extendería sus brazos hacía el frente, desde las palmas de sus manos se formarían unas pequeñas runas y 《¡BOOM!》, una enorme esfera de fuego saldría volando directamente hacía Belfegor y otra vez 《¡BOOM!》cuando la esfera impactó contra el demente.

Ella empezaría a respirar agitadamente, al mismo tiempo que del cielo empezaria a caer un pequeño aguacero que se hacía cada vez más violento.

- Gracias Ichika-san por defenderme.

Ichika: No es nada. Como tú misma dijiste, debemos de matar a ese demente y eso implica el cuidarnos la espalda.

Pero la conversación se vería interrumpida por un pequeño ruido proveniente de los escombros provocado por el conjuro de Regulus.

Ambas rápidamente voltería sus miradas hacía aquella ruina, y de este misma surgiría un peli-verde de ojos ámbar.

Belfegor estaba algo alegre, su rostro lo reflejaba perfectamente, estaba alegre porque después de mucho tiempo había personas que le podían hacer frente.

Empezaría a aplaudir mientras se acercaba al dúo.

- Maravilloso... ¡Está noche nunca lo olvidaré, mucho menos a ustedes dos! ¡Es maravilloso! ¡Es maravilloso!

Su voz se hacía cada vez más grotesca, se estaba convirtiendo verdaderamente en un loco.

Sus ojos estaban rojo como si no hubiera dormido en varios días, además parecia que se iban a desprender en cualquier momento.

Dejó de aplaudir, y en un abrir y cerrar de ojos Belfegor empezaría a morderse bruscamente los dedos de la mano derecha ante la mirada atónita de Ichika y Regulus.

《¡CRAC! ¡CRAC! ¡CRAC! ¡CRAC!》, a pesar de estar a unos 30 metros, se podían oír los crujidos.

- ¡Esto! ¡Esto!... ¡Esto!... ¡Es maravilloso!