OTRA HISTORIA DE AMOR

CAPITULO 28

En el local de Unicentro estaba Marcela dando las directivas, de lo que tenían que hacer. De lejos la miraba Nicolás, no sabía que es lo que le pasaba con ella, pero se sentía muy bien en su compañía, es más había una sola mujer con la que sentía bien y esa era Betty su amiga del alma

Le gustaba acompañarla y verla desenvolverse entre las prendas del local, o como hacía esos gestos de desconcierto. Además había descubierto que ella a pesar de mostrar una figura de autoridad, era más bien tierna e incluso amorosa, no sabía lo que se había perdido Mendoza

A veces se quedaban hasta tarde en la oficina ya que él, irremediablemente se atrasaba con el trabajo. Pedían algo de comer y entre risas por las bromas que él hacía, terminaban las labores pendientes

Y lo que era Marcela se sentía bien en su compañía, además estaba el hecho de que en sus sueños él, siempre la visitaba. No podía darle un significado por eso solo se limitaba a vivir la amistad con él. Desde hace mucho tiempo que ella, no se reía a carcajadas o comía una simple pizza, pero con él a su lado todo cobraba sentido y le parecía de lo más natural

Además no solo era él, estaba recuperando la amistad con Armando, el amor que sentía por él, se estaba desvaneciendo ¿O quizás nunca fue amor? Quizás solo se dejó arrastrar por Margarita que siempre le decía que era a la única mujer que aceptaría como nuera ya que ellos según sus palabras estaba destinados a estar juntos, eso venía desde la cuna

Ahí tenía otro problema, ella creía que habían vuelto, ya que cuando salían simplemente a comer, no habían faltados los fotógrafos y claro la chismosa más grande de Colombia Mónica Agudelo y por más que le había dicho que entre ellos no había nada, esta se encargó de echar a correr el chisme del retorno de su relación

Todos los días recibía una llamada de Margarita, preguntándole como iba su relación con su hijo, que estaba feliz que haya sentado cabeza, que era la única mujer que aceptaba en la familia y mil cosas más, pero cuando ella quería hablar, nuevamente le cambiaba el tema, al final solo la dejaba hablar sola, ya no tenía caso en sacarla de su error, total ellos estaban muy seguros de lo que tenían y eso era una bonita amistad y con la cual eran muy felices

Ella sabía por Armando que ellos, estaban intentándolo nuevamente, claro que no habían podido avanzar mucho ya que su padre le ponía muchas trabas. Ella al principio se sintió dolida, pero con los días comenzó a remeter y en vez de pensar en él, pensaba en Nicolás, bueno ella solo se dedicaría a vivir lo que le tocara

Ya eran las seis de la tarde y Betty se dispuso a llamar a su casa, solo esperaba que su madre fuera quien le contestara y para su suerte así fue

DJ: Alo
B: Mamá soy Betty mire llamaba para decirle que llegare tarde
DJ: Pero mamita su papá se va a molestar
B: No importa, tengo un compromiso y no lo puedo eludir solo quería que lo supiera para que no se preocupara
DJ: Bueno mamita yo le digo y trato de calmarlo
B: Gracias mamá, nos vemos más tarde
DJ: Cuídese mija

Corto la comunicación y se fue al baño a arreglarse un poco, llevaba allí dos minutos cuando hizo su entrada Mirella. Mientras se retocaba el maquillaje o se colocaba un poco de perfume ella la miraba de reojo, pero nada dijo no le gustaba aquella mujer, más porque andaba a la cacería de su amor y eso ella no lo iba a permitir

Mirella al igual que ella, la miraba de reojo no sabía, pero intuía que algo pasaba entre ella y Armando, además que trabajaba dentro de presidencia y estaban bastante tiempo juntos, pero ya haría algo para sacarla de allí. Se giro y le sonrió hipócritamente, sonrisa que no fue correspondida por ella, porque Betty simplemente la ignoro y salió de allí rumbo al encuentro con su hombre