CAPÍTULO 9

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Prov. Jeongin

¿Ahora todo había acabado?

Me pregunté cuándo mis cachorros se durmieron en la noche, y cuando ya Minho se había ido en el carro rojo que había alquilado. Es lo que pensé mientras mi corazón comenzaba a estrujarse al recordar mis palabras.

Jamás quise decir que nunca fue lo mejor para mí de esa forma, pero es que él es tan...

De tan sólo pensarlo hace que apriete mis labios luego de cerrar la puerta, con cuidado de que mis niños no se despierten. Pero ya es muy tarde para cambiar de palabras, por lo que sólo suspiro soltando aquella perilla de mis manos antes de caminar por el pasillo de mi casa, sin poder evitar recordar mis días de juventud.

Tal vez en esos momentos fui impulsivo.

Fui un tonto. Pero ya no más.

Yo también puedo cambiar como lo hizo él.

Es lo que me dije antes de soltar un suspiro de mis labios para detenerme ante la entrada a una de las bibliotecas de la casa.

Es lo que me dije antes de ver una escena ante mis ojos que hizo que trague algo de saliva antes de apoyarme en la rendija de la entrada sin fuerza, esperando en ver lo que pasaba.

— ¿Qué haces aquí Minho-ssi? ¿No tenías que estar ensayando para los últimos campeonatos?

— ¿Yo? ¿Acaso no puedo venir a ver a mi porrista preferida? Haha ay cariño, no te pongas tan nervioso, te ves aún más apetecible

— ¡Minho-ssi! No digas eso querido capitán y guarda silencio, estamos en una biblioteca. Pueden escuchar lo que decimos

— ¿Y?

— ¿Cómo que 'y'? Dios Minho, ellos pue-

"Ellos pueden escucharnos...."

Recordar cómo me había besado de golpe al tratar de querer callarme, dejando caer aquel libro de mi mano antes de llevar una de mis manos a su nuca como la suya a mi cintura, apegándonos a aquel estante hasta despejarnos de nuestras vestimentas lentamente, cubriéndonos con sólo una cortina crema y el viento corriendo por aquel pasillo llenos de libros sin siquiera ser descubiertos.

¿Por qué debía recordar aquellas cosas? Ya había tomado una decisión, entonces, ¿por qué era tan difícil tratar de salir adelante?

Odio esto. Solo quiero una señal.

Solo una. Con cualquiera me bastaría.

Dios de los solteros, ayuda.

Solo quiero saber que es lo que debería hacer. Además de que falta solo pocos días para presentar mi admisión de trabajo en la empresa a la que tanto he querido participar. Y no sé si estoy haciendo bien.

Después de que Minho llegó, hay muchas cosas de las que tengo que pensar.

El cómo reaccionará Jungwon y Minjeong a la idea de que él comience a visitarnos para verlos, o el pensar que ante ello, Ryujin sienta celos de la cercanía diferencial que pueden ver entre los niños con su único padre.

Por lo que no puedo evitar pensar en eso, en que como la última vez, trate de manipularl a la gente que amo. Pero esta vez no podría soportar que lo haga. Después de perder tantas cosas, mis hijos son lo más sagrado, son la parte de mi vida que más felicidad me ha dado.

Y es por ello que no sabría cómo reaccionar.

Siempre he preferido callar.

Pero ahora es tarde para hacer eso.

Buscando un alfa [MINJEONG] [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora