CAPITULO 3

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Minho: ¿Vas a decirme? ¿Por qué te quedas callado?

Esa fue la pregunta del mayor después de que aquel chico de ojos rasgados lo haya invitado a pasar y ahora estuviesen sentados uno delante del otro en medio de una mesa.

Esa fue la pregunta que hizo que esos niños un poco mas allá de esa sala que estaban recibiendo el pedazo de torta no evitaran inclinarse levemente a tratar de escuchar aquella conversación, casi apoyándose en el otro para que su pequeña estatura no sea un impedimento para saber que era lo que su padre hablaba con ese señor cabeza de zanahoria.

"Zanahoria..." —pensaron ambos con los ojos en blanco y esos dientecitos filosos cuando su barriga comenzó a sonar de la nada.

Minjeong & Jungwon: ¡Tenemos hambreeeee! ¡Hambeeee!

Sr. Yang: ¡Niños! ¿Qué hacen ahí? Vengan a ayudar a su abuela y dejen a su tío en paz —pronunció por su parte aquel señor que se asomaba ante la puerta con una ceño fruncido dirigido a aquel hombre que esperó jamás volver a ver.

Y no es que solo no lo quería ver porque había abandonado a su hijo sin saber que tenía dos meses de embarazo, no. Sino que había sido tan tonto como para un día regresar y tratar de hablar con su hijo, luego de haber tenido una niña.

¿Acaso estaba idiota el chico?

¿Quién en su vida venía a rogar a alguien ya habiendo formado una familia? El señor Yang pensaba que eso no sucedería en su casa.

Que mientras él viviese su hijo no volvería a las garras de ese desgraciado gato que se refugió en la mejor amiga de éste cuando habían tenido una pequeña discusión gracias a ésta.

Minjeong: Pero, pero- —abultó sus labios. Estaba un poco aburrida, ¿qué debería hacer? Hasta su hermano tenía mucha mas diversión que ella, comiendo y manchando su boca con mas crema de fresas— ugh, es por eso que mi abue es mi preferida

Sr. Yang: Minjeong te he escuchado niña —pronunció recibiendo la sonrisa divertida de su niña, por lo que solo negó. Ellos en verdad eran la única felicidad de esa casa.

Jungwon: ¿Mh? —deladeó su rostro por su parte y con una sonrisa embarró la boca de su hermana antes de huntar un poco en su nariz matándose de la risa— ¡Clown! Haha hermana boba, boba, boba

Minjeong: ¿A quién dices boba Yang Jungwon eh? —respondió sin quedarse callada. Aunque jamás lo hacía, era su deber como hermana mayor no hacerlo.

"Ese instinto diabólico es tenebroso" —pensó Jungwon.

El menor nunca supo de quien había sacado esa chispa tan rara, sin embargo sabía que había sido mala idea en enfurecerla, por lo que solo sonrió de manera plástica y comenzó a dar pequeños pasos hacia atrás al verla separar el chantilli de su boca, obligandolo a tomar a su pequeño baby shark para cubrirse de cualquier golpe.

Jungwon: ¡No vengas! Le diré a papá y te quitará a señor cara de papa por un año

Sr. Yang: ¡Niños! Vamos ya dejen de jugar que luego su abuela tiene que limpiar —negó con una sonrisa.

Minjeong: ¡Pero él comenzó dad, Woonie no te metas con mi papá que soy su preferida, acepchtalo! —comentó sacándole la lengua a quien reía por esa actitud infantil detrás de aquella mesa en medio de la cocina, y es que aun siendo muy pequeños, eran mas inteligentes que un niño cualquiera— ¡La papa es hermosa, la papa es vida, la papa...em... ¡Es papa! !eso! Que inteligente soy

Jungwon: Bleh~ —rió aventando un poco mas de crema en el pecho del bonito vestido de ésta para callarla— ¡Abueeee ayudaaa! ¡la bruja Min me quiere asesinal! ¡Abuee, ahhhhh! ¡Noooo! ¡Aleja, aleja, chuqui vendrá pol ti si no me dejas!

Minjeong: ¡Ven acáaaaaaa! ¡Ven, ven enemigo de las papas!

Aunque el mayor de la familia quisiera retenerla, sabía que al hacerlo, solo parecería una ardillita siendo retenida por unos brazos. Aun así la energía de la mayor de los dos, era a veces impresionante.

Sr. Yang: Dios, son tan hiperactivos

"se parecen tanto a mi niño"

Negó viéndolos correr alrededor suyo antes de perseguirse en dirección a la sala principal. En ese momento su hijo mayor se había acercado a él luego de percatarse de ello.

Jeongbin: Padre.

Sr. Yang: ¿Si? ¿Qué sucede? —preguntó,  y sin esperar mas el menor le hizo saber un pequeño detalle que no se había dado cuenta hasta ahora o que se había olvidado al ver tal felicidad en el rostro de dos niños tan hermosos como ellos.

Lee Minho está con Jeongin en la sala, ¿Es un problema que los niños vayan ahí?

Es así que ante las palabras de su hijo y de las campanas de navidad que habían dejado colgado aún siendo Febrero, el sonido del viento se dejó escuchar nuevamente en medio de esa sala a medida que esos niños se acercaban más y más.

Y fue ese mismo aire que se detuvo al dejar a esos pequeños niños escuchar una verdad que hizo que los pedazos de torta en su mano caigan al suelo de inmediato, dejando que sus bocas y sus ojos se abran tan grande, antes de tragar saliva.

Jeongin: ¿Qué es lo que quieres que te diga? Si es fácil de sentir. Esa sensación en tu pecho que revolotea al verlos. Una conexión que establecimos el día en que me marcaste. Minho eres mi pareja destinada y no puedes evitar sentir eso con tus hijos, aunque quieras evitarlo, esta marca no puede borrarse, ni el hecho de que seas su padre

Buscando un alfa [MINJEONG] [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora