CAPÍTULO 8

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"¿Puedes dejarme estar a su lado?"

¿Él estaba siquiera hablando en serio? ¿Después de venir a verlo tan tarde en la noche y gritarle de la A hasta la Z como si él tuviese la culpa de lo que estuviese sucediendo con su hija, con su vida?

Ante ese pensamiento un recuerdo llega a su cabeza de golpe, aquel doloroso sentimiento en su pecho que ha sentido desde hace mucho tiempo y que trató de no dejar que lo vuelva a dañar otra vez. No deseaba volver a esos días en los que se preguntaba si el amor que habían tenido, había servido de algo. O que si en esos días de secundaria, existió realmente el amor que le juró tenerle.

Porque sí, lo amó. Loca e inocentemente comportándose como un adolescente hormonal que se dejó marcar por alguien que pensó amar hasta los últimos días de su vida. Al principio todo fue color de rosa, pero, cuanto más iba corriendo el tiempo, el amor que juraron se desvaneció como su última promesa. En aquel beso donde todo inició. Cuando vestido de ángel, tomaron sus nucas para besarse hasta el amanecer.

2 años antes.

Los recuerdos que caen y no dejan de estar impregnados en su memoria, entre ellos hay uno en especial. El recuerdo que marcó por completo el principio de su dolor.

Esos recuerdos son de cuando Jeongin no supo cómo afrontar las noticias de la boda más hablada de todas, la boda de su primer amor, estando detrás de la puerta de la entrada de la casa de sus padres, luego de regresar de aquel camino que había querido recorrer, afrontando su realidad.

Esa misma que provocó estos ataques de pánico, los cuales comenzaron a ser más frecuentes desde esa hora, desde ese mismo minuto, después de haber descubierto la razón de no poder contactar a aquel hombre que creyó amar y decirle la verdad de sus cachorros. Pero, ¿por qué no se lo dijo? ¿Por qué no solo dañó su corazón antes de pensar que era realmente feliz? Cuando todo fue más que una simple y horrible farsa. ¿Por qué tuvo que olvidarlo tan rápido y olvidarlo por completo?

Es lo que pensó, y en ese mismo momento no evitó apegarse fuerte y dolido, a la puerta de la entrada, apretando su propia camisa, en dirección hacia su pecho, cuando el aire parecía irse poco a poco. Las lágrimas tampoco faltaron en aquel segundo, mientras ante las manijas de la hora, el reloj hacía que aquellos momentos que más anheló, se volviesen una flecha directa al corazón. Entonces Yang no supo cómo comenzó a sentir que su corazón comenzaba a desgarrarse poco a poco luego de haber salido de su última sesión de tratamiento y tratar de ir por sus niños. No sabe ni porqué tuvo que volver a recaer y ver todo nítido antes de caer sobre el suelo, oyendo los gritos de sus padres.

— ¡Mi niño!

— ¡Jeongin, cariño!

Cuando la lluvia caiga,

yo estaré contigo,

te abrazaré y nunca llorarás.

Jamás lo harás, porque yo estaré aquí contigo.

"Entonces si dijiste esto, ¿Por qué estoy ahora llorando? ¿por qué todos estos años te he estado esperando como un tonto?

Odio el haberte amado Lee Min Ho.

Odio el haberme ilusionado.

Aborrezco el día que la perfección se volvió solo una ilusión más de un aroma que me ató a la persona que me arruinó

Buscando un alfa [MINJEONG] [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora