Un mundo normal, donde 2 formas de vida inteligentes conviven con armonía y paz, pero su unión es puesta a prueba, mediante una extraña y desconocida infección viral, que arrasa por completo con una pequeña parte del mundo.
Ahora, un chico y una chi...
— Vamos, ya quiten esa cara de idiotas y vayámonos de aquí.
*Diría el susodicho capitán, llamado así por Kurumi, la cual aun seguía incrédula por ver a aquel sujeto.*
— ¿Cómo es posible que siga vivo? Pensé que había muerto en ese pueblo...
— Te lo explicaré todo más tarde niña, ahora los 3 levántense, que esto se pondrá violento muy rápido.
— L-lo haría pero... no puedo levantarme... maldita sea...
*Hinode ayudaría a Kurumi al cargarla poniendo su brazo derecho sobre su cuello dejando que este lo tome de la cintura mientras esta se recargaba en su pierna izquierda como apoyo, mientras que esta vio a su compañero, hablándole de una forma algo sarcástica por la posición en la cual se encontraba ella.*
— Je, más te vale que no disfrutes esto Hinode.
— Eh... ¿No crees que es un mal momento para hacer chistes?
— Andando trío amoroso de pendejos, hay que salir de aquí a la de ayer.
*Entonces, una chica de pelo gris, con gorro de policía y un traje de oficial, se acercaría por la escalera hasta ponerse al lado del capitán, así hablándole.*
— Cap, el edificio está siendo asediado por los infectados, al parecer nos siguieron.
— Chopper, Jailer, cuiden nuestras espaldas, vamos Pepper, saldremos por el sótano, hay un pasadizo secreto en el.
*Diría este a través de su radio, recibiendo una afirmación por el otro lado, entonces los 5 bajaron las escaleras lo más rápido que pudieron, cuando llegaron a la planta baja vieron a otras 4 personas, al parecer se las arreglaron para matar a todos los infectados que había, cuando llegaron al sótano el capitán apunta con la linterna de su arma y ve como habían más de esos infectados enormes, estos al ver al grupo empiezan a ir tras ellos, pero los soldados del capitán desenfundaron sus armas y los acribillaron a todos rápidamente, sus cuerpos caían como moscas al estar cerca del veneno.*
— El ruido atraerá a más de esos bastardos, rápido, vayan por el pasillo, no tenemos mucho tiempo para escapar.
— Pero no sabemos a donde lleva ¿Estas seguro de que es la única salida que hay?
