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De nuevo nos viene siguiendo, dijo el taxista, ya faltaba poco para llegar al aeropuerto,
Una y otra vez me dijo que tengo que tener cuidado.
Me dejó en la puerta del aeropuerto y urgente llamé a un policía, y sólo te demoraron un tiempo, luego seguiste siendo mi pesadilla.
Pero por suerte, yo estaba en el cielo, dónde no podrías alcanzarme, pero mi vuelo pronto aterrizaría y tenía miedo que te presentes en mi ciudad, aunque juré desaparecer, sentía que me encontrarías.

LA TRISTEZA QUE CONOCÍ EN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora