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Los seres humanos somos tan malos,
Estamos destruyendo nuestro propio hogar.
Arrancamos las rosas,
Prendemos fuego los campos,
Valen más las empresas que la naturaleza,
Y cuando nos demos cuenta, va a ser demasiado tarde.
Y quizas los que no son creyentes se vuelvan creyentes, y empiecen a rezar.
Y quizas los que antes arrancaban las flores, ahora les dan agua.
Y quizas los que antes prendían fuego los campos, ahora ayudan a apagarlo.
Y quizas algún día los humanos,
Dejemos de lastimar por puro gusto a los pajaros.

Deja volar tranquilo aquel pajaro,
Que vuela libre en el aire.
No lo mates,
No lo enjaules y lo mates de hambre, o sed.
Simplemente, admiralo y dejalo ser.

LA TRISTEZA QUE CONOCÍ EN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora