Capítulo 20. Es el primer paso para mejorar...

1.3K 85 3
                                    

"Hola... Mucho gusto Srta. Danvers", saludó con rapidez y una sonrisa amable.

"¿El gusto mío?", murmuró confundida.

“¿Quién era ella?”, se preguntó.

Y como si Samantha estuviera leyendo su mente, se presentó con una sonrisa.

"Soy, Samantha Arias, psicóloga"

"Oh, perdona", susurró Kara con sorpresa. "Es verdad, mi hermana me dijo que vendría", sonrió, avergonzada de haberlo olvidado por un momento.

"No te preocupes, ¿quieres que los sentemos?", preguntó.

"Por supuesto", respondió.

Ambas se sentaron.

"¿Quiere pedir algo de beber?", preguntó la rubia, nerviosa, era incómodo hablar con alguien de tus cosas privadas.

"Podemos pedir un café, así podemos empezar a hablar", sugirió con una sonrisa.

Samantha tenía una sonrisa muy cálida, por lo que Kara realmente empezó a tranquilizarce.

"Me parece muy bien", respondió, llamaron al mesero.

Rápidamente las asistieron y les dieron sus cafés. En caso de que se esté preguntando el lugar, realmente, estaba solo, ya que estaba alquilado por su privacidad, solo hasta que termine la consulta.

"Quiero saber un poco más de usted, Srta. Danvers", dijo Sam con cuidado.

Sabía perfectamente que la rubia se sentía un poco incómoda y como le había contado Linda, ella es una persona que guarda mucho sus sentimientos.

También le incomoda mucho hablar cosas personales. Así que, Samantha, entiende perfectamente lo que se siente hablar con personas desconocidas.

"¿Qué es lo que quiere saber?", preguntó con tono no tan lindo.

Sam lo noto y rápidamente habló.

"Entiendo, perfectamente que puede estar un poco incómoda, pero para que no sea mucho por este día, no hablaremos demás..."

Kara asintió, Sam siguió.

"Supe que tuviste un Psicólogo antes ¿porque no has seguido con el?"

"Sí, tuve otro Psicólogo, Don Mauricio. Fue con la única persona que puede confiar para contarle, pero el falleció hace más de un año"

"Comprendo, perdón. No lo sabía, lo siento mucho", se disculpo.

"Gracias, no te preocupes", sonrió tristemente.

"Bueno, podemos empezar... ¿dime qué es lo que trabajabas con el?"

"Tuvimos un tiempo en que trabajamos más en ganar la confianza, depresión, ansiedad y mis cambios de humor, al veces puedo ser..."

"¿Puedes ser muy agresiva?", preguntó observándola muy bien.

"Así es, trabajamos mucho en eso, la verdad mejore mucho"

"Entiendo y con tú ansiedad, depresión, ¿estás en algún tratamiento o lo dejaste?"

"Sigo con un tratamiento, siempre trato de mantenerme en el tratamiento con especialista de mi confianza, aunque ya no siento depresión", confesó.

"Bien, lo descubriremos... Tenemos que trabajar la ansiedad, siempre estará ahí, necesitamos saber un poco más de eso"

"Estoy, de acuerdo con lo que usted dice"

"Además de esos problemas ¿que otros problemas has tenido?", preguntó.

"Mis pesadillas, las mismas pesadillas desde que tuve ese accidente o si se puede decir así. Ellas habían parado, pero estos dos últimos años han empezado, aún más fuertes, hasta el punto de que no puedo ni siquiera dormir, me levanto sufriendo ataques de ansiedad", admitió desviando la mirada.

↬ 𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀 ↫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora