Capítulo 39.

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Narrado


Habían llegado después del largo viaje, y lo primero que hicieron fue buscar un hotel que estuviera cerca del apartamento de la rubia, aunque ella tenía planeado llevarlos a su apartamento, recordó que seguía viviendo con Lucy y eso no le gustó a Samantha, así que decidió buscar un hotel para que esta semana estuviera con Lori allí.

Habían llegado al hotel, hacía apenas unas horas y la pequeña todavía estaba asombrada de lo grande que era la suite donde se iban a alojar, y además estaba feliz de haber subido a un avión, aunque durmió la mitad, había cumplido un deseo, sueño.

...

"¿Te gustó, te gusta estar aquí, princesa?", preguntó con una sonrisa mientras terminaban de acomodar las cosas de la maleta en su lugar.

"¡Es increíble! Es muy grande aquí, mami, y tienen un montón de cosas...", respondió saltando de emoción. "¡Y... y hay chocolates y muchos dulces en la mesita!", declaró por tercera vez desde que entraron.

"Lo sé, cariño, ¿quieres agarrar otro?", invitó felizmente.

"Sí, ¿quieres uno, mami?", preguntó, y abrió uno para llevárselo a la boca.

"No, cariño, pero no te los comas todos, déjale a tu tía ¿sí?", sonrío.

"Lo haré, mami", respondió la pequeña para luego saltar en la cama de nuevo.

Kara rió con ternura al mirar a su hija tan feliz. Sam también entró en la habitación con el cachorro en brazos, ya que lo sacó a pasear por el largo viaje que tuvieron.

Cuando el cachorro estuvo en el suelo, se desplomó cansado.

"Oh, pequeño, veo que no disfrutaste tanto el paseo como nosotras" Habló la castaña.

Lori qué vio eso, corrió abrazarlo y acariciarlo.

"¡Mi pequeño Coco, tiene sed mami!", gritó viendo a su madre con un puchero.

"Ya lo veo cariño, buscaré sus cosas y las sacaré, así le serviremos agua y un poquito de comida", respondió caminando hacía las maletas.

La pequeña sonrío y salió corriendo con el pequeño cachorro para jugar en toda esta gran habitación para ellos. Al parecer, ya no estaba tan cansado.

Sam sonrió al ver eso, al instante sintió su teléfono vibrar, era una llamada, sacó su teléfono rápidamente y contestó, cuando vio el nombre de su mejor amiga en la pantalla.

"¡Lee!" Contestó la castaña tomando rapidamente la atención de la rubia que le servía un poco de comida al cachorro.

Está la observó desde lejos y escucho bien lo que decía.

"No te preocupes, hemos llegado muy bien no es tan tarde aquí, ¿quieres hablar con Lori o la rubia?", preguntó con una sonrisa buscando a Lori con la mirada.

"Sí, no sabes lo feliz que está, está sorprendida y maravillada con el lugar. Bueno ya te la paso ¡Lori, cariño, mami te habla por teléfono!", gritó llamado la atención de la pequeña, qué corría con el cachorro.

"¡Hola, mami!", sonrío cuando tuvo el teléfono en sus manos.

Al otro lado del teléfono.

"Oh, princesa qué bueno escucharte, ya te extraño mucho", admitió la pelinegra.

"Yo también mami, pero aquí es muy lindo, hay muchas cosas ¡pasamos por el parque, era más enorme mamá y lleno de personas!"

"Me encanta escucharte tan feliz, cariño... recuerda hacerle caso a tu mamá y a tu tía", le recordó con dulzura.

↬ 𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀 ↫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora