Capítulo 42.

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Narrado

Desde que se fueron Lena tuvo el suficiente tiempo para pensar las cosas y gracias ha eso se sentía mucho mejor, sabía qué no se daría por vencida con ese amor que sentía por Kara.

Kara le llamaba en las tardes como prometió para darle las buenas noches a la pequeña, ella le contaba cada cosa a su madre. Lena siempre sonreía más y le encantaba escucharla contar las cosas que hacía con su madre.

Las extrañaba y ya necesitaba estar con ellas en familia.

...

La pelinegra estaba en su consultorio ahora.

Ella se sentía un poco desanimada, extrañaba mucho a hija y claro a Kara también, fue difícil para ella decirle que se dieran un tiempo, pero realmente lo necesitaban.

Ha pensado y descansado mucho últimamente.

Estaba tan metida en la computadora revisando algunos detalles de sus citas con algunas pacientes que se sorprendió cuando la puerta se abrió y dejó ver a Eduardo.

El chico estaba allí mirándola con tristeza, Lena no estaba segura de por qué estaba allí, ya que fue difícil romper con él.

Nunca tuvo la intención de hacerle daño.

"Eduardo ¿que haces aquí?" La pelinegra se levantó del asiento mientras lo miraba al frente de ella.

"Lo siento, Lee... solo quería disculparme, te pido que me dejes hablar primero", respondió con rapidez.

Ella solo lo observó, entonces él continuó hablando.

"Se qué no ha pasado mucho tiempo desde qué terminamos, pero no lo pude evitar... Tenía que disculparme, porque fui un total imbécil, no tenía porque gritarte ni decirte esas cosas. No quiero que pienses que soy esa persona que viste allí, de verdad perdoname, Lena", pidió y dijo con total sinceridad, mirándola a los ojos.

"Sí, fuiste un imbécil, me deccionaste", respondió.

Lo miró con tristeza.

"Lo sé, es por eso qué te pido que me perdones, no quiero perderte... Aunque sea tu amistad, eres una persona muy importante en vida", confesó.

Ella se quedó en silencio otra vez. Eduardo también era importante en su vida y le dolió su comportamiento.

"Te perdonó...", suspiró. "También eres importante para mí, pero quiero que sepas que nada será igual, solo te daré mi amistad", dijo con honestidad esperando que él lo entendiera.

"Lo entiendo, gracias por perdonarme y tranquila de verdad ya lo entendí, me conformó con tu amistad", sonrío contentó.

"De nada, me alegra ver al verdadero tú de nuevo", sonrío con tranquilidad.

"¿Y cómo estás, como te sientes?", preguntó preocupado.

Lena siempre vio a Eduardo cómo un amigo en el que puede confíar, es por eso que lo aprecia y lo perdona.

"Me he sentido muy bien, tranquila ¿tu?", respondió y preguntó.

"Eso me alegra mucho, Lee... Yo ahora mejor ¿Crees que pueda ver a Lori más tarde? La verdad es que la extraño mucho, sabes que la quiero"

↬ 𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀 ↫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora