— No te metas el dedo en la nariz, indio — Dijo Kushina.
Lo dice siempre que le ve hurgarse las narices. Naruto nunca ha leído que los indos se metan el dedo en la nariz. Kushina tiene una idea muy equivocada de lo que son los indios.Cuando Naruto cavila, cavila hasta con la nariz. Kushina lo sabe. Y ahora a Naruto se le ha ido el santo cielo.
— Ya no sé en qué pensaba — protesta.
— No debía ser importante — dice Kushina. — ¡Meterse el dedo en la nariz! ¡A punto de cumplir doce años!
— Conozco gente que lo sigue haciendo a los cincuenta.
— No me digas.
— ¡El tío Nagato!
Kushina le vuelve la espalda y Naruto sabe que se está riendo.
Al poco rato se las da otra vez de seria. Le resulta tan difícil que vuelca el salero.— No sé cómo se te ocurren esas cosas —dice Kushina.
— Porque son verdad — le responde Naruto.
— Siempre tienes que llevarme la contraria —dice Kushina.Naruto hace un gesto de protesta y luego dice:
— Tú le dijiste a papá que el tío Nagato se comporta como un cerdo. Y eso que no hay cerdos tan viejos.
Acabó con su paciencia. Kushina suspira, se lleva la sopera de la mesa y cambia de tono.
Es el que utiliza cuando se pone seria.— Ya está bien de perder el tiempo. Ponte a hacer los deberes. Cuando llegue Deidara dile que te los repase.
Deidara tienes dieciséis años y es el hermano mayor de Naruto. De los primeros en la escuela, sin que le cueste demasiado trabajo. Las notas de Naruto suelen ser bastante peores y kushina cree que es un holgazán. No siempre. Pero puede suceder que, por mucho que se esfuerce, la evaluación salga fatal.
Kushina ahora se apresura. Tiene que ir a la consulta del doctor Suigetsu donde trabaja por las tardes.
— Empieza de una vez — le grita a Naruto antes de marcharse.
Naruto no empieza todavía. Primero contempla un gigantesco agujero en el aire. Luego se mete en su cuarto y regresa con el libro de los animales, profusamente ilustrado. Luego le da de comer a Kurama, que es su conejillo de indias.
Luego vuelve a sentarse a la mesa. Luego saca de la cartera el cuaderno y el libro de aritmética. Luego los abre. Luego coloca la pluma junto el lápiz y la goma. Luego se pone a soñar despierto. Luego se quita los zapatos y los envía a puntapiés hasta debajo mismo del armario de la cocina.
Luego vuelve a meterse el dedo en la nariz. Luego empieza, por fin, a resolver los problemas.
Los deberes le parecen más difíciles que de costumbre. Probablemente porque está pendiente de otra cosa.No le salen las cuentas porque piensa en Sasuke. Y se enfada. Pero vuelve a pensar en él.
Y, en realidad, no quiere pensar en él. Preferiría concentrarse en las matemáticas. Eso sólo y nada más.
Cuando Deidara llega a casa, Naruto no ha terminado ni siquiera el primer problema. Deidara es buena persona. Le ayuda gustosamente. No son tan difíciles. Claro que cuando se confunden en su cabeza Sasuke y las matemáticas, no le salen.
Tan pronto como terminan Naruto le pregunta en voz baja:
— Oye, Deidara, ¿cómo es estar enamorado?
Deidara a punto de entrar en su cuarto se detiene, vuelve sobre sus pasos, le echa emoción al asunto y al cabo de un rato dice:
— ¿Estás chalado, enano?
Cuando Deidara quiere presumir de ser mayor le llama enano.
Naruto se muerde los labios.
Deidara se da cuenta de que ha hecho mal y le pone la mano en el hombro.— Lo dije de broma. ¿Perdidamente enamorado? — le pregunta.
Naruto asiente. Y no dice nada más. Deidara se burlaría de él.— ¿Es chica?
— No — dice seco.
— ¿Lo conozco? — pegunta Deidara.
— ¡No! — dice Naruto casi gritando.
— Bien — dice Deidara —, cuando estás perdidamente enamorado piensas siempre en es persona. Es como si te doliera la barriga. De verdad.
Lo que Deidara dice es cierto. Naruto nota una tensión en el vientre, o en el pecho. Siente que le duele todo un poquito. Talvez manías.
Naruto hace retroceder la silla y le da con ella en la rodilla. Deidara grita. Eres un imbécil. Primero casi lloras y ahora...— Déjame en paz — le dice Naruto. Luego recoge apresuradamente cuaderno, libro, lápiz, pluma y goma, arrebata la cartera de la mesa y se va a su cuarto. Pone el casete a toda marcha. Las ganas de llorar se las aguanta.
Le hubiera gustado ir al cuarto de Deidara, pero después del incidente ya no puede. Saca a Kurama de la caja y lo acaricia. Cuando el conejillo de Indias se siente muy a gusto lanza un silbido. Y ahora silba.
Continuara...
Bueno, este sería el primer capítulo, espero os guste. No tengo un día de actualizar, así que esperen porfavor.
Que tengáis un buen día, os mando un abrazo y adiós.
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Naruto quiere a Sasuke
FanfictionSasuke y sus padres acaban de regresar a Japón después de vivir unos años en Alemania. Pero a Sasuke su país ahora le resulta extraño. Además sus compañeros le ven como un bicho raro. Sin embargo, Naruto, uno de ellos, se sentirá atraído por Sasuke...