Todo Lo Que Nunca Fuimos

9 MIKE

Un largo suspiro me salio mientras apagaba el despertador. Un nuevo día, uno en el que intentaría cambiar y captar la atención de esa chica que me tenía hechizado. Sofia. Hasta su nombre es bonito.

Fui al baño y me di una ducha de agua fría para despertarme del todo. Sali me peine un poco cosa que casi nunca hacía. Luego fui a la cocina cogí una manzana verde y me la fui comiendo por el camino hacia la pista de fútbol para entrenar con Sofi.
Llegue al campo a la misma vez que ella. Se acerco a mi nos saludamos y se sentó en los banquillos para cambiarse los zapatos.
-Hoy juego contigo- Le dije muy emocionado.
-Te pasa algo? Te noto diferente- dijo sonriendo. Esa sonrisa que me volvía loco. Todo en ella me volvía loco en sí.
-No- Dije un poco nervioso.

Empezamos calentando y haciendo calentamientos específicos.
Me puse de portero y empecé a parar balones que ella chutaba.
-Joderrr- Dijo al ver que todos los paraba.
-Tranquila-me acerque un poco.-Tomate todo el tiempo que necesites para chutar y relájate.
-Mike enserio estás bien?- Me pregunto ¿asustada?
-Mejor que nunca porque lo preguntas.
-Porque no me estás gritando, ni metiendo prisas. Tampoco me has dicho "Tu no vales para esto"
- Bueno pues ese era mi antiguo yo.
-¿Tu antiguo tu?- Respondió incrédula y yo me arrepentí de inmediato de haber dicho aquello.
-Venga que estamos perdiendo el tiempo.-Dije ignorando un poco.
Lanzó dos veces más y a la tercera el balón giro metiéndose por el lado opuesto al que yo me había lanzado metiendo un golazo que ni yo se si sería capaz de hacer de la forma forma ella lo hizo.
-AHHHH- Grito y corrió hacia mi a abrazarme. Rodeo sus brazos en mi cintura y salto yo me limite a reír y abrazarla. Sentirla tan cerca de mí pecho y tan feliz era la mejor sensación del mundo. Era inexplicable.
-Lo ves, te dije que lo conseguirías.

Jugamos un poco para practicar lo que sería correr, rematar y defender al balón. Lo hizo bastante bien para ser su primera vez.

Tiempo después acabamos. Nos despedimos.
-Oye que te parece si esta noche salimos a dar una vuelta?- Pregunte dudando de mi mismo- irán los chicos también por si le quieres decir a las chicas- Dije al ver cómo dudaba.
- Le pregunto luego te digo.

Cada uno se fue para sus respectivos apartamentos. Llegue y me metí en la ducha. Una ducha larga en la que me dio tiempo a pensar en que estaba haciendo. Sabía que no iba a aceptar que ni siquiera se lo comentaría a sus amigas.
Salí me vestí y fui a la cocina, me sente en un taburete con una manzana roja y apoye mi cabeza sobre la isla.
-Que te pasa hermano?.- Dijo Leo dándome unas palmadas en mi espalda.
-A mi? Nada- dije.
-Es por lo de ayer?- Siguió con su interrogatorio.
-No es eso.
-Entonces?- pregunto sin entender que era lo que me pasaba e intento buscar en mis ojos algo que le diera la respuesta pero no lo encontró.
-La e cagado- confesé y Leo se sorprendió. - Le e dicho que si salía esta noche con nosotros y luego caí de que estamos peleados y... bueno no me gustaría que Alex coqueteara con ella en mi cara.
-Le has pedido salir? Enserio?- su sonrisa se extendió como si no pudiese creer lo que oía pero a la vez cachondeandose de mi.
-Si pero no creo q acepte.
-En el caso de que acepte yo me encargo de Alex.- Dijo el.
-Enserio?- El movió la la cabeza y me dio a entender un 'si' - gracias tío, eres el mejor amigo que uno puede tener.
-Venga deja de hacerme la pelota y vámonos que llegamos tarde a historia.

Claro historia, se me olvidaba. Es una clase muy aburrida que tenemos dos días a la semana. Simplemente nos cuenta la historia de nuestro deporte o de las diferentes estrellas que han pasado por ahí. Hay temas muy interesantes como quien era Maradona o como se creó el fútbol pero todo lo demás no importa.

Llegue a clase me senté en el fondo y a mi lado estaba Leo. Ella llegó pude ver como lucia una camiseta amarilla pastel con sus hombros al aire y unos shorts negro que favorecían a sus piernas.
Busco una mesa libre al que sentarse. Alex le ofreció sentarse a su lado. Lo hizo para molestarme? Puede ser. Leo se dio cuenta de mi enfado. Se levantó y se sentó al lado de Alex antes de que Sofia llegase. Tanto Sofia como Alex hicieron una mueca sin entender. Ella terminó sentándose a mi lado.
-Hola- Dijo
-Hola- dije- habéis hablado lo de esta noche?- Dije
-si- Yo levante las cajas en asombro- Iremos.- Una sonrisa tonta se me dibujo en la cara.
-A las 11 en la plaza del centro?
-vale- Me afirmó.
Entonces el maestro entró mandándonos a callar.

La clase terminó, nos despedimos y nos fuimos.
-Alex- Dije yo y el se volvió.
-Que quieres?- Dijo seco.
-Pensaba que podríamos hacer las paces y salir esta noche. Ej quedado con Sofia y sus amigas.-Dije
-Sofia toda tuya paso de pelear por una chica. En cuanto la dejes será mía. -me molesto pero intente controlarme.
-Entonces aceptas venir?-pregunte cambiando de tema.
-Esta bien.

Los tres anduvimos hasta llegar al apartamento. Todavía era temprano así que cogí mis cosas y fui hacia el gym que estaba cerca de casa. Hice de todo. Pesas, barra, sentadillas, abdominales...
Termine agotado. Fui a darme una corta ducha a vestuarios.
-Bro mira lo buena que esta- Escuche decir alguien cuya voz no pide descifrar.
Salí de la ducha y me encontré a dos compañeros de clase.
-Eh! Se puede saber de quien estáis hablando? - Dije divertido, incluyéndome en la conversación.
Uno de los chicos giro su teléfono enseñándomelo.
-Mike no me digas que no está buena.- En el teléfono vi el perfil de instagram de Sofia. Era una foto suya en bikini. Tenía que admitir que estaba más buena que el pan. Pero reacione. Le di un fuerte puñetazo y el chico cayó a suelo.
-Mike estas loco?- Dijo su amigo.
-Como os vuelva a escuchar hablar así de ella os separó la cabeza del cuerpo ¿entendido?- Eleve la voz y ellos retrocedieron asustado.
Salí de allí de muy mal humor.
Llegando a casa me pare en el supermercado y compre una pizza.

Llegue a casa e intente cambiar mi humor.
-Eh traído pizza.-Dije dejándola en la mesa.
-Bienn- Dijeron al unisono.
Nos sentamos a comer y todo fueron risas al ver la cara de satisfacción de mis amigos. Alex incluso besos les daba a sus porciones.
No era lo más normal comer pizza, entonces cuando la comíamos era como una fiesta, sabíamos que si había pizza de almorzar el día iba a mejorar.

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La puerta se abrió dejando ver tres chicas asombrosas. Pero me fije en la que más llamaba la atención, la más guapa, la que iba en medio , Sofia.