05.La primera piedra.

67 12 2
                                    

05

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

05.La primera piedra.

—Tabby, Tabby

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Tabby, Tabby. Despierta, tonta.

    La castaña abrió sus ojos con cierta sorpresa. Sus irises azules, oscurecidas momentáneamente, se dirigieron hacia la pelinegra que la sacudía con cierta violencia. Movió su cabeza con un poco de desesperación para poder despabilarse y se acomodó para verla con mayor claridad entre las enormes sombras de su habitación.

    —Estabas pateando mientras dormías —murmuró Blake acomodándose a su lado. Cruzó las piernas y soltó un pequeño bostezo antes de proseguir—. Incluso hablabas. Por un instante pensé que eras la bruja entre todo tu balbuceo. 

    —¿Qué? —soltó instantes después. Aunque las palabras habían ingresado a su cerebro, aún permanecía lo suficientemente dormida como para analizar y procesar lo que le había dicho. Pasó sus ojos azules rápidamente por la habitación, encontrándose con que Andrea y Paige seguían dormidas a poco de ellas, quienes habían tenido que compartir una manta—. ¿Qué?

    —¿Estás bien? —la voz de la pelinegra demostró cierta preocupación—. Pateabas mucho, por eso te desperté.

    —Lo siento —se disculpó, incluso cuando no entendía bien la situación aún—. No sé qué ha pasado. 

    —Está bien, supuse que era una pesadilla —Blake cruzó los brazos sobre su pecho, y soltó un pequeño suspiro—. Pero tu forma de hablar… creí que algo malo pasaba. Parecías asustada. 

    —¿En serio? 

    Aunque le preguntaba a su propia mente por alguna respuesta, no conseguía ninguna. No podía recordar absolutamente nada de todo lo que había pasado tras sus párpados cerrados, tampoco estaba segura de haber soñado algo. Para ella, todo era negro y oscuro. Sin embargo, las palabras de Blake le hacían entender que, probablemente, algo había sucedido con ella en sus sueños.

    —O preocupada, no lo sé. Ni siquiera sé qué es lo que estabas diciendo —negó lentamente con la cabeza hacia ella. Con cuidado, se acomodó mejor con las mantas, levantando la tela para colocarla sobre sus hombros—. Sea como sea, me has asustado. 

WITCH CLUB | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora