Parte V
Luis y yo decidimos darnos una oportunidad, hemos estado saliendo por dos semanas y todo va de maravilla; aunque como dicen por ahí, al inicio siempre es bonito. Pero con Luis es diferente, se siente tal cual. Acordamos en no presionarnos ya que ambos venimos de relaciones horribles, lo dejaremos fluir y haremos que funcione. A final de cuentas, es algo que ambos nos merecemos. Y la parte del sexo, aún no sucede más allá que unos besos. Pero no por él, sino, por mi. No quiero coger y que se me quite la emoción de estar con el, quiero hacer las cosas bien y si eso implica no hacerlo por un tiempo, lo hare...
Aunque, he estado abusando del consolador. Mi calentura es la misma, — o incluso peor —, y a veces dudo de mi abstinencia. Quiero correr a los brazos de Luis y que me folle tan duro que se me quiten las ganas de hacerlo una semana más: pero hay que tener paciencia. Y sexo y paciencia, son dos cosas que no tengo.
Estas dos semanas hemos estado saliendo a cenar o al cine, cosas normales que haría cualquiera. Pero se sienten tan especiales, incluso ya le presente a Marcos y se llevaron muy bien. Tengo la "aprobación", — entre comillas —, de él hacia Luis. Suele ser algo sobre protector, pero no lo culpo... después de lo que sucedió con mi ex, hasta yo estoy con cuidado.
Todo en mi vida marcha bien... a excepción por un pequeño problema: Gabriel
« Piénsalo, sé que me extrañas »
*BORRAR CHAT *
« Solo escápate una noche, ¿Qué te puede ofrecer él que yo no? ;) »
*BORRAR CHAT *
*BLOQUEAR CONTACTO *
— ¡Hey! ¿Por qué me bloqueaste?
— Gabriel — voltee hacia el para sonreírle — Estoy saliendo con alguien
— ¿Y? — pregunto indiferente
— No te haré caso
— Si bien que extrañas como te hago mía, yo lo extraño
No lo negaré: claro que si. El sexo con Gabriel es increíble. Pero no puedo fallarle a Luis, o fallarme a mi misma: — No lo hago. Estoy feliz con Luis
— ¿Luis? No me digas que es el pendejo con el que te estabas besando aquel día — me miró asombrado
— Si, y no le digas pendejo
— De seguro ni han cogido
— ¿Y como estas tan seguro de eso?
— Porque Luis salió un tiempo con mi hermana, no hicieron nada hasta meses después y luego la termino
— Que asco, ¿Cómo sabes eso?
— Mi hermana me cuenta todo. Absolutamente todo, también del "pequeño" problema que tiene
Intentando descifrar lo que Gabriel quiso decir, le golpeé el hombro: — ¿Crees que a mi me importa eso?
— No. Pero al menos si es un mal sexo, la recompensa es el tamaño. Son tus palabras
— ¿Y como sabes que será un mal sexo? A caso tú hermanita te contó o ya te cogiste a Luis
La cara blanca de Gabriel se tornó de un color rojo tomate: — Como sea... — se acercó a mi oído — Serás mía de nuevo
Gabriel se dio la vuelta y se fue hacia los edificios del campus, no pude evitar sentir un escalofrío: Dios, necesito coger.
Hoy es la fiesta de cumpleaños veintiuno de Salma, por lo que estoy obligada a ir y tampoco pondré un pero. Me gusta mucho bailar y alcoholizarme, Luis llegará un poco tarde ya que tiene que hacer unas cosas en su oficina, pero creo que hoy será el día en que tengamos sexo.
« Te tengo una sorpresa »
« Me encantan las sorpresas, ¿Qué es? »
« Ya lo verás en tu habitación hoy en la noche »
La fiesta se encontraba tranquila, antes de llegar Salma me pregunto si podía invitar a Gabriel. Le dije que si, yo no tengo problema con el. Y quien sabe, quizá ahora que me vea con Luis entienda y me deje en paz. No quise comenzar a beber alcohol, así que solo me quede sentada platicando con Jimena mientras sentía como la mirada de Gabriel me estaba comiendo. No puede disimularla ni siquiera un poco...
« You Right » de Doja Cat comenzó a sonar, Jimena que es fan de Doja, se levantó para ir a cantarla a todo pulmón junto con Salma y otras chicas, ellas dos siempre han sido mas unidas ya que se conocen desde la preparatoria. Digo, nunca me he sentido excluida, de hecho todo lo contrario. Pero a veces nota el tipo de confianza que la gente demuestra. Y esta bien
— Pensé que te levantarías a bailar — dijo Gabriel mientras se sentaba en la silla de al lado
— ¿Vienes a molestar? — bloquee el celular
— Vengo en son de paz. Por ahora, veo que no estás bebiendo
— Quiero esperar a Luis para hacerlo, ya sabes, cosas de parejas
— ¿Sabes que también es algo de parejas y no lo hacen?
— ¿Cuál es tu puto problema? — pregunté molesta, a lo que Gabriel se levantó rápidamente y me tomo del brazo, jalándome hacia su dirección. Quise oponerme pero su fuerza era mayor, subimos las escaleras y entramos a uno de los cuartos, al parecer era de los padres de Salma: — ¿Qué haces? Déjame salir — Gabriel fue de inmediato a la puerta a ponerle seguro
— Me vas a escuchar — dijo volteándose hacia mi — Y si después de que me escuches, sigues queriendo estar con Luis, bien
— Dilo, entonces
— Te he estado observando, y te quise conocer pero tú no te dejaste. No entendía porque así que quise darte tu espacio, me atraes... — se detuvo pensando qué decir — ...sexualmente. Demasiado, incluso creo que eres mi debilidad. ¿Sabias que no he tenido una erección? No sales de mi maldita cabeza, y cuando he intentado tener sexo con alguien mas, no puedo. Le echo la culpa a las drogas aunque no consuma. Por favor, necesito coger una vez más contigo para hacerme entender que el problema soy yo... que no te necesito, que no te quiero, que puedo coger con alguien más
Me quede pálida ante todo lo que me estaba diciendo, no supe como actuar o qué decir, solo me quede ahí: de pie
— Nunca he sido bueno con las palabras románticas, pero es así. Me di cuenta que no te extraño porque quiera tener sexo contigo, te extraño porque me agradas y rechazar tu amistad fue una clase de... escudo. Sino te podía tener íntimamente, no quería ser tu amigo, me iba a doler como no tienes idea. Así que... por favor...
Lo interrumpí — ¿Ahora tú me estás rogando por sexo? — sonreí — Que excitante
— ¡Dios mío! Romina, estoy hablando en serio — se acerco y me tomo de los brazos — ¡Quiero cogerte!
Nos quedamos viendo unos segundos, como analizando la situación. Yo estaba demasiado caliente pero lo suficientemente sobria como para caer. Quería negarme, pero las palabras no podían salir de mi boca, — piensa en Luis — decía mi subconsciente pero yo no lograba encontrar las palabras para negarme y salir de la habitación. Era tan fácil como decirle un "no quiero, estoy saliendo con Luis", pero me estaba costando mucho. Y cuando menos lo pensé, sentí sus labios caer sobre los míos en un beso lleno de furia, pasión, frenesí... y seguí sin negarme. En el fondo quería esto pero me costaba admitirlo, al menos así puedo excusarme con que él me beso.
A la misma, lo empuje: — ¿¡Qué te pasa animal!? — pregunté indignada
Nos quedamos viendo con los ceños fruncidos, anonadados, confundidos. Mi cuerpo se movió por si solo y me aventé hacia Gabriel para seguir besándolo
Mierda.
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Oscuridad y deseo
Historia CortaNunca me he considerado una mojigata, pero tampoco una zorra. De hecho, no me considero nada de lo que esta sociedad nos hace creer para rebajar a una mujer por disfrutar de su vida sexual. Porque hagas lo que hagas, jamás tendrás contentos a todos;...