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Despertar junto a otra persona era algo con lo que definitivamente no estaba acostumbrado, abrió los ojos encontrándose con la lámpara redonda y blanca que caía de su techo justo sobre él, sintió su cuerpo acalambrado por haber dormido en el sillón y más aún por tener a otra persona sobre su peso, pero debe admitir que durmió más que bien, bajó su mirada para encontrarse con los cabellos rubios alborotados sobre su pecho, podía escuchar su tranquila respiración y cómo sus manos estaban apoyadas en su torso, el tacto le produjo calidez y los recuerdos de la noche anterior saltaron. Se sentía extraño, demasiado a gusto para la situación, su mente comenzó a torturarlo pensando que debería ser lo contrario, debería sentirse incómodo, traicionero, poco profesional, pero nada de eso sentía en este momento y para peor, sintió que las ganas de estar con el rubio aumentaron en vez de quedar satisfecho.

Cuando su cabeza comenzó a doler por la cantidad de pensamientos decidió que era hora de levantarse y distraerse con un café caliente y un pan con mermelada. Sacudió cuidadosamente el cuerpo del menor, el cual se quejó entre sueños para luego abrir los ojos con dificultad, parpadeo un par de veces observando el rostro del azabache y sonrió.

-Buenos días señor Park-su voz salió ronca y adormilada-espero haya descansado bien.

-Buenos días-respondió, su voz salió extraña también. Por otro lado el rubio abrió los ojos de golpe sorprendido, pues le había dado los buenos días al fin-¿que? vamos a desayunar, levántate ya son las 12.

-Me dijo buenos días-el rubio se levantó con dificultad y quedó sentado sobre el cuerpo del contrario, mas este lo ignoro por completo.

-Ve a bañarte, yo hago de comer-ambos se levantaron y se dirigieron al baño, Seonghwa sacó su bata de dormir y se la puso mientras el rubio entraba a la ducha, luego se dirigió hasta la cocina. Fue una acción tan cotidiana, además de que ambos eran ya bastante adultos como para aproblemarse por su desnudez, que se sintió extraño, si, una cosa era la rutina de mañana que sostenía con el más bajo y otra muy distinta era esto, más íntimo, más natural y le asustaba que le gustara.

Cuando Yeosang salió ambos se sentaron en la mesa, Seonghwa había preparado tostadas y sirvió el té y café para ambos.

-Señor Park, ya se que ayer me dijo que no, pero se lo pregunto de nuevo-sacó la cuchara de su taza para tomar-¿no quiere que pida ayuda a mis amigos?

-No-contestó cortante el azabache.

-Pero ayudará en el caso, estoy seguro, además ya tiene harto trabajo cubriendo al señor Choi, una ayuda no le vendría mal-insistió.

-No quiero trabajar con más delincuentes-sentenció molesto por la insistencia y el desayuno continuó en silencio.

Sin embargo bajo la ducha con el agua caliente comenzó a pensar de nuevo, es cierto que ahora ni Yunho ni él tenían el mismo tiempo que antes para resolver el caso, la situación con Jongho les obligó a cubrir su parte del trabajo, ni siquiera tenía mucho tiempo con Yeosang, en su mayoría estos días o lo llevaba más temprano a la estación o iba por él más tarde, claramente no habían avanzado nada y dudaba de si lo harían en un futuro próximo, pero relacionarse con más delincuentes era peligroso y poco moral, ellos eran los que debían resolver el caso, sin embargo nuevamente se sentía estancado y un poco desesperado pues parecía un círculo vicioso, avanzaban para quedar varados nuevamente.

¿Seria buena idea?, amarró la toalla a su cintura y cepillo su cabello húmedo con los dedos, ordenándolos hacia atrás y dejando que los mechones cayeran a un costado, comenzó con su rutina de rostro mientras pensaba cual seria la mejor jugada, terminó llegando a la conclusión de que necesitaba una segunda opinión.

-Yunho-habló, escuchó un saludo del otro lado de la línea.

-"¿Por que suena raro?"-preguntó el más alto-"¿Estás en un baño?"

Dance with the Devil \♤SeongSang♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora