Emperador Kim | Taekook |

1

Capítulo 1

La noche era bonita.

Acostado en su preciosa y sedosa cama de un blanco inmaculado, Taehyung se encontraba mirando hacia su balcón donde miles de estrellas se podían notar en ese cielo infinito.

El aire emitía un sonido calmo al chocar con las ramas de los árboles relajando más al joven, y ahí, en medio de aquella fría noche, Kim estaba dando vueltas por el colchón no consiguiendo dormir.

Inquieto, se sentó del lado derecho de la cama agarrando inmediatamente un vaso de agua que tenía justo a un lado del colchón. Consideró llamar a alguno de sus sirvientes para asegurarse de que todo estaba bien, sin embargo, ya había pasado mucho tiempo de su cena, por lo que todos estarían durmiendo, y molestar era lo último que quería. No era tan desconsiderado para hacerlo.

Caminó descalzo a su ventana donde podía apreciar mucho mejor aquel cielo estrellado y con una sonrisa cerró sus ojos disfrutando el aire que chocaba en su rostro.

Al momento de abrirlos, varias estrellas fugaces pasaron reflejándose en sus iris y enseguida una sonrisa más grande apareció.

Apuró el paso y se puso el calzado que tenía a la mano cruzando el balcón y acercándose a la orilla del barandal, apoyándose tal vez de más en los delgados tubos que apenas podían soportar su peso completo.

Jadeó observando su mismo aliento salir, quedándose unos minutos y cuando decidió que era lo suficiente, intentó bajarse pisando mal y ocasionando que resbalara por delante.

Trató, en serio trató de agarrarse con todas sus fuerzas, sin embargo, no ayudó mucho, ya que en menos de lo que se imaginó, se encontraba deslizándose por los techos hasta caer al piso que, por fortuna, no era duro.

"¡Ah!" su quejido de susto sonó por todo el lugar junto con el golpe de su cuerpo tocando el suelo.

Al no estar en una altura tan alta y gracias a que abajo había un jardín, el choque no fue tan brusco, pero sí lo suficiente para hacerle quejarse para sí mismo.

"Mierda, ahora sí me rompí algo..." susurró tirado, poniendo su antebrazo en sus ojos y su otra mano en su espalda para aliviar un poco el dolor.

Quiso esperar unos minutos para ver si algún guardia lo había escuchado, pero al parecer su caída no había sido lo suficientemente ruidosa para alarmar a alguien, y en consecuencia, el vacío se escuchaba.

Joder, que gran vigilancia tenía, pensó irónico y ofendido que nadie estuviese ahí para ayudarle.

Jadeando, se apoyó en un brazo y se paró mirando cautelosamente su jardín. Su costosa bata blanca estaba manchada de tierra en toda la parte trasera y sus palmas tenían algunos raspones que hasta ese momento le empezaron a arder.

Suficiente por hoy, necesitaba regresar a su dormitorio y curarse esas leves heridas, mañana sería un día agotador y lo primordial era descansar adecuadamente.

"Eres un alfa muy estúpido, Taehyung" se regañó caminando a la entrada principal parando en seco al escuchar un ruido sordo por los árboles que llevaban al bosque. "Debió ser algún guardia" mencionó restándole importancia.

Pero si fuese un guardia ya lo hubieran ido a auxiliar al escuchar su caída que, aunque no fue tan ruidosa, para esa distancia sí era audible o por lo menos... notable.

"¿Debo...?" debatió consigo mismo mirando a aquella dirección y sintiendo el frío por toda su piel, erizándola al instante.

Bueno, tampoco fue una excelente idea salir a su balcón solo en bata para dormir y apenas unas pantuflas afelpadas cubriendo sus pies.

"¡Aish!" se quejó revolviendo su cabello y caminando a pasos seguros por el oscuro bosque, cada vez alejándose de su jardín iluminado y cualquier protección de sus guardias. "Solo veré qué sucede y me devuelvo a mi dormitorio. Solo eso" se recordó entrando al desolado y... ¿De por sí el bosque tenía neblina o empezó a llegar cuando él se acercó al lugar? "Bueno..." tragó nervioso al sentir un escalofrío por su espalda y el viento más fuerte. "Esto no es divertido" advirtió con voz grave y firme. "¡Quien quiera que esté invadiendo el palacio con malas intenciones está cometiendo un delito que puede ser castigado con prisión!" nada, nadie se asomó, en cambio, el aire se hizo más frío y las luces que tenía en su jardín se fueron apagando y prendiendo haciendo una imagen tenebrosa.

Taehyung era un alfa firme y fuerte que nunca tenía miedo de enfrentarse con alguien, no obstante, justo en ese momento era de noche, estaba completamente solo (refiriéndose a que no estaba algún guardia a su lado que pudiera protegerlo en caso de fallar) y no tenía un arma con la cual defenderse.

Tanteó su bata esperanzado en encontrar algo, lo que sea con lo que pudiera defenderse bufando estrepitosamente cuando nada más encontró una tarjeta con su imagen pulcramente pintada y su nombre completo en tonos dorados definiendo quién era.

Con una mirada molesta volvió a poner eso en su lugar.

Pronto todo quedó a oscuras y él se planteó en correr de vuelta al palacio esperando que nadie lo persiguiera por detrás, o por lo menos si eso pasara, que él fuese más rápido para huir.

Un fuerte golpe sonó y una luz apareció justo delante de su persona.

"¿Qué?" dio un paso al frente "¿Qué es esto?" murmuró descolocado.

La luz fue creciendo de apoco hasta hacerse grande.

Los ojos del emperador se iluminaron a la vez que todo a su alrededor pasaba por lo mismo y de verdad que consideró que la cena que Yoongi le llevó tuviera alguna de esas famosas drogas para que estuviera alucinando de esa manera.

Todo se sentía tan real que se pellizcó una mejilla comprobando que efectivamente, estaba parado justo enfrente de una luz tan radiante que llegaba a lastimar la vista.

"¿Esto de verdad está pasando?" dio un paso más "La sopa debió tener algo, estoy completamente seguro"

Y mientras balbuceaba todas esas quejas, no se había dado cuenta que sus piernas se movieron solas hasta quedar a unos centímetros de esa luz.

Sus pupilas se dilataron completamente hipnotizado y una fuerza dentro de su cuerpo le ordenaba cruzar para sacarse la duda.

"Estoy soñando" comentó una última vez y ya no aguantando las ganas que tenía, cruzó de un solo paso la luz sintiendo un fuerte calor por todo su cuerpo que extrañamente no dolía, todo tembló a su paso sintiendo perder el equilibrio.

Escuchó un aullido de su lobo, dos aullidos, tres... muchos aullidos y finalmente nada.

La luz desapareció y solo quedó él y su corazón palpitando fuertemente por su pecho.

Puso su palma izquierda justo adelante para comprobar si estaba vivo, chasqueando sus dedos un par de veces.

"Aquí no pasó nada" balbuceó queriendo ya salirse de ahí y regresar a su cómodo colchón. "Dormir, sí, eso es lo que me falta" esa oración sonó por su mente mientras iba de regreso caminando a su jardín "Dormir y ya..."

Y vaya fue su sorpresa que delante de él no se encontraba su gran y hermoso jardín, ni mucho menos su palacio. En su lugar habían pequeñas casas infinitas por toda la calle que estaba frente a sus ojos.

Pareciera que estaba en la entrada de algún lugar, pues atrás de él, solo se encontraban árboles.

"Yoongi... ese maldito me va a escuchar" bramó apretando sus puños y quedándose quieto mientras tragaba en seco y cerraba los ojos esperanzado que al abrirlos todo hubiese sido una pesadilla.

Mejilim.