Emperador Kim | Taekook |

38

Capítulo 38

¿Era tan bueno para ser real? ¿no?

Ni siquiera tuvo tiempo de desear amanecer con sus brazos rodeando a su bonito omega.

Y esta vez fue diferente.

Lo sintió.

Lo supo.

Fue a mitad de la noche, como una tele-transportación, como una fuerza que golpeó a ambos, sin embargo, pareciese como si a Jungkook no le afectase, como si no la hubiera sentido.

¿No era aquello solamente a mitad del bosque junto a los árboles?

Era como si eso le persiguiera y le obligaba a volver cada cierto tiempo.

Como si el tiempo que pasaría con Jungkook estuviese escrito y cada ciertos meses debía volver.

Sintió frío.

Se sintió vacío y se obligó a convencerse de que era un sueño... una pesadilla.

Pudo ser consciente de que su pareja ya no estaba con él cuando sintió el viento fresco en su cara. Cuando abrió sus ojos y como si fuera magia, vio la bonita, cuidada y mantenida pared que por un momento había olvidado. Después varios meses, muchos meses de hecho.

Se sentó de un brinco en la cama donde se encontraba 'durmiendo', por instinto volteó a ver a su lado, solamente para tranquilizar a su mente y poder creer que Jeon estaba junto a él, que había despertado junto a él, no obstante, no fue así, y aun así, el calor estaba ahí.

Se tocó la cara, tal vez un poco más brusco de lo que pensó, queriendo de alguna manera despertar.

"No otra vez" susurró.

No podía ser un sueño.

Estaba desnudo, confirmando la bonita y pasional noche que tuvo con Jungkook. Su pecho comenzaba a doler horrores, porque se durmió abrazándolo, pegándolo a él con la esperanza de amanecer juntos, pero mierda, estaba en su cama.

En la cama que hace meses deseaba, pero ahora no quería, no quería si no estaba acompañado de él.

Su dormitorio estaba tan solo un poco diferente a como se acordaba, tal vez con unos cuantos de sus objetos personales en diferente lugar, sin embargo, seguía limpia, como siempre la limpiaban a diario y al parecer no lo había dejado de hacer.

Su cuerpo estaba un poco sudado y antes de que sus pensamientos comenzaran a volar o su cabeza comenzase a doler y dar vuelta. Apuró su paso hacia el baño para poder ducharse.

Era lo único que estaba en su mente aparte de Jungkook.

Jungkook, Jungkook.

Al parecer estaba en una especie de trance, como si aún no aceptase lo que estaba pasando y solo en pensar que cuando el más pequeño despertara y no lo viera a su lado creería cosas que no eran.

No quería que el omega pensara que había huido, y ahora mismo se arrepentía de no explicarle por completo lo que había pasado la primera vez que regresó a su reino.

Que ni siquiera supo por qué regresó y cómo le hizo para volver al Busan donde el omega existía.

Jeon podría mandar a volar sus pensamientos y entre ellos podría pensar que solo quería eso de él.

Y por supuesto que no era cierto, no, no y no.

Taehyung quería a Jungkook tantísimo, y lo que había pasado la noche anterior en el cumpleaños del otro, para él, fue dar un paso más a la relación que tenían.

No podía estarle pasando eso.

No podía regresar ahí justo después de que los dos dieran un paso más.

Brincó en su sitio cuando escuchó la puerta principal de su habitación abrirse y apenas alcanzó a cubrirse un poco cuando vio la perilla de la puerta del baño querer abrirse.

Escuchó un grito femenino y reconoció a alguna de las sirvientas que trabajaban para él.

"Majestad" susurró la voz, en un timbre asustado. Asombrada e impactada de verlo ahí después de prácticamente meses de estar desaparecido.

"Uhm, por favor, sal" pidió tal vez avergonzado de estar en paños menores enfrente de para él, una extraña "¿Po-podrías llamar a Yoongi? Solo a él, no le digas a nadie más" terminó por decir tapándose lo más que podía. Le incomodaba estar de esa manera con alguien más a unos pasos de él, y claro ¿a quién no? "Sal" volvió a decir para que se apurase.

La muchacha asintió mirando a otro lado y saliendo a pasos apresurados.

Taehyung de igual forma se apresuró a vestirse y también se aseguró de ponerle seguro a su puerta antes de cualquier otra persona entrase al baño cuando se comenzara a vestir.

Su frente se pegó en la pared y ahí es cuando la realidad lo golpeó como un golpe fuerte.

No estaba más con Jungkook y temía no volver nunca más.

Ni siquiera tenía una respuesta de esas cosas extrañas que pasaban.

¿Qué significaba exactamente que literalmente estuviera viajando a otro mundo?

No había explicación lógica de eso y de nueva cuenta, no había una respuesta de por qué.

¿Cuál es el motivo?

Se sintió triste, y tal vez quería llorar un poco porque ¿cuándo? esa pregunta rondaba su mente.

¿Cuándo volvería a verlo? ¿qué pasaría después?

A lo mejor sí sacó un par de lágrimas cuando salió del cuarto del baño y se sentó en su cama. Apenas tuvo tiempo de limpiarse el rostro cuando la puerta principal se abrió de un solo golpe que le hizo brincar en su lugar, y pronto, los brazos de un beta conocido le rodearon con mucha fuerza.

"Volviste"

"Sí, lo hice" contestó con una voz cansada. Para nada animado de haber vuelto "Lamentablemente" no evitó agregar.

Y su mente comenzó de nuevo a volar y pensar en Jungkook.

¿Ya habría despertado?

¿Se habrá dado cuenta que no estaba más en casa?

¿Creería que huyó y no volvería nunca más?

Oh Jungkook, si tan solo supieras que ese alfa no podía dejar de pensar en ti.

Mejilim.