04
Un chico que siempre se veía intimidante y fuerte demostraba todo lo contrario comprando ropa para bebes. Había elegido un gorro de recién nacido de color amarillo pastel, un body tan pequeño que más de la mitad de la prenda daba en su mano, este tenía un color rosa pálido. En realidad el moreno añoraba tener una niña, pero como el castaño quería un niño, termino por no decir nada, aunque en realidad Tooru sabía lo que pensaba Hajime.
Salió de la tienda en dirección a una cafetería donde se encontraba su esposo.
– ¿Qué tal te ha ido en el trabajo? – comentó el cabello oscuro.
– Bien, los niños se portan muy bien – respondió sonriente Oikawa
– Es una suerte que no te hallas peleado con alguno de tus estudiantes – añadió para entrar al local, el cual tenía un olor delicioso a café. La pareja paso una agradable tarde en compañía, acompañado de tartas y algunos tés.
La noche era fría, ellos caminaban por los pasillos empedrados y las lámparas que adornaban la calle. Cargaban bolsas con de comida irlandesa, que consiguieron en un restaurante cercano a la cafetería, decidieron comer en casa por comodidad.
Lo que el chico embarazado no sabía es que entre las tantas bolsas de comida, postres y ropa para él, que obligo al otro a comprarla, también existía una pequeña bolsita con la ropa que el castaño había elegido horas antes.
Llegaron al departamento, justo antes de congelarse. Se pusieron cómodos y decidieron tener una noche de películas junto a todas los chuches comprados, desde algunas de acción hasta románticas o infantiles, un par de terror no faltaron.
Iwa- chan se durmió después de la cuarta película, ya solo quedo Oikawa, él estaba cubierto por su preciada cobija de llama.
– ¿Que te gustaría que fuera el bebe? – preguntó moviendo a su esposo para que respondiera entre sueños.
– Mmmm, creo que una niña – balbuceó Hajime medio dormido. – Siempre quise tener una hermana menor –.
Se le quedo mirando durante unos instantes y después añadió – Ya lo sabia, tonto –.
– Yo quiero gemelos –.
Iwa-chan se fue a la dormir a la habitación poco después de su pequeña conversación, este no tenía ni idea de ello, no expreso sus deseos de tener una niña porque sabía lo sensible que estaba Tooru.
Ya casi la madrugada y el castaño seguía con en la sala, estaba casi dormido pero según el prestaba atención a la película.
Desbordándose de sueño, decidió ir a ver si había gomitas acidas a la alacena, de camino a la cocina vio un bolsita con un decorado particular, era pequeña y muy linda, esta se hallaba junto a las otras compras.
Con mucha curiosidad se acerco, y hurgó dentro del paquete, saco con cuidado un pequeño body rosado, tan pequeño como para un recién nacido. Una sonrisa tonta se formó en sus finos labios, tenía miedo de que Iwaizumi en realidad no estuviera tan animado de ser padre, pero al ver como era el primero en comprarle ropa y aceptar que quería una hija su opinión cambio. Estaba realmente feliz.
Se percato que no solo era lo único que estaba en la bolsa, encontrándose con un gorro amarillo, los ojos se le humedecieron. Tan tierno podía ser su esposo, parecía un perro con intenciones asesinas pero era tan dulce cuando lo deseaba. Lo idiota no se le quitaba, ya que comprar ropa para el futuro bebé, apenas en el cuarto mes de embarazo era una ridiculez.
Apagó todas las luces para acostarse, ya casi eran las dos de la madrugada y no era buena idea malanocharse tanto.
Se arropó junto al moreno y se creo un espacio entre sus brazos para sentirse más protegido y tener menos frío. Dormir de esa manera era un capricho que pocas veces podía darse, pero amaba hacerlo.
Hajime sintió algo abrazándolo y al bajar la mirada noto que era su esposo, tan lindo y hermoso como siempre, ya era de mañana y tenía que preparar el desayuno. Se quito al chico de encima y coloco una almohada en su lugar, cubriéndolo con las cobijas para que no despertara.
Cocinar era algo relajante para él, y mas aún si el que disfrutaría de la comida seria el idiota dormilón.
Ya llevaba un largo rato en la cocina cuando vio a un intruso asomarse, este todavía somnoliento se sentó en el comedor. Iwa-chan puso la mesa y comenzó a comer, el otro tragaba mas lento y con los ojos cerrados.
– Es muy pronto para que compres ropa – balbuceó el castaño entre dientes. – Es muy lindo el body que escogiste –.
El otro no podía más que sorprenderse, luego de llegar a casa se olvido por completo del tema. Maldición
– Sabes, yo hubiese querido gemelos, es una lástima – añadió en seguida.
– ¿Eh?– dijo el de cabello oscuro.
– Debiste decir que querías que sea una niña – comentó el mas pequeño, ignorando la confusión del opuesto. – Sera emocionante cuando revelemos su género –.
¿Cuando había dicho todo eso?, se preguntaba el mayor todo confundido. Un leve sonrojo se extendió por la cara del chico, Oikawa estaba aún somnoliento como para notarlo, comía su comida como si nada, mientras su esposo se tapaba la cara con las manos de la vergüenza

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Nueve meses de aventura // Iwaoi
FanfictionCapítulos cortos, sobre el proceso de embarazo de la pareja, quizá las cosas sean distintas a las planeadas, dudas y el arrepentimiento pueden colapsar La línea de tiempo puede variar a lo largo de los capítulos. Espero que les guste