No sabía cuánto tiempo había estado en esa profunda oscuridad y en ese espacio abierto que solo lo hacía sentir solo y vulnerable. No le gustaba ese sentimiento. Quería salir de ese lugar, pero ¿cómo? Tampoco recordaba nada de lo que había pasado antes o al menos cuál fue la razón por la que lo hizo aparecer en ese lugar solitario.
Monty quería abrir los ojos pero pesaban más de lo que realmente deberían ser. Volvió a intentar abrirlos y después de varios intentos fallidos finalmente pudo abrirlos un poco, su visión era muy borrosa pero poco a poco volvió a la normalidad hasta que enfocó un techo blanco sobre él. Parpadeó un par de veces, luego inclinó la cabeza de un lado a otro. Estaba acostado sobre una mesa de madera desgastada y estaba conectado a muchas máquinas que hacían mucho ruido y lo estresaban. Quiso levantarse pero al intentarlo se dio cuenta que algo impidio su movimiento y pudo darse cuenta poco tiempo después que estaba encadenado de pies y manos en esa mesa, se movío por todos lados para tratar de liberarse pero después de fallar en cada intento finalmente cayó rendido viendo el lugar confundido pero sobre todo alerta a cualquier cosa ¿cómo llegué allí? O más bien, ¿cómo sobrevivió? Un par de recuerdos asaltaron su mente, recordándole todo el dolor que sufrió por toda la pelea que tuvo con aquel conejo, sus pensamientos y recuerdos se interrumpieron cuando vio una figura acercarse a él, trató de enfocar más su visión pero la oscuridad de que tenía la esquina de la pared impidió su visión.
-Es bueno verte nuevamente en buenas condiciones, no creeras todo el esfuerzo que yo y otras personas tuvimos que hacer para arreglarte y reparar cada parte de tu cuerpo destrozado, fue realmente difícil pero veo que todo nuestro esfuerzo valió la pena -comentó una voz familiar antes de que finalmente la figura saliera de su escondite para así dejar ver a Vanessa de pie frente a él.
Monty la miró muy confundido y volvió a intentar moverse pero falló de nuevo, gruñendo molesto por su inmovilidad.
-Tranquilo Monty aún estás en estado de recuperacion y perdon por encadenarte sabia que te volverias salvaje al apenas abrir los ojos, ahora te libero pero promete no causar otro desastre, ¿de acuerdo? -dijo Vanessa caminando hacia el caiman y asi comenzar a liberar cada parte encadenada de su cuerpo-
Monty se levantó abruptamente de la mesa pero permaneció sentado después de eso, miró a su alrededor y luego vio su cuerpo ahora intacto y casi como nuevo.
-¿Qué te parece? Estás casi como te trajeron aquí el primer día -dijo mostrando una sonrisa de lado al ver como el caimán revisaba todo su cuerpo hasta llegar a sus ojos, permaneciendo inmóvil por el momento- ¿Te gustan tus nuevos ojos? Tuvimos que tomar medidas extremas para que no perdieras completamente la visión por culpa de unos cables rotos.
-Estos ojos son de...
-Mm, veo que te diste cuenta rápidamente. No teníamos otra opción, tenías que ser reparado urgentemente o tú tampoco te hubieras salvado...hicimos lo que teníamos que hacer. Bonnie ya estaba perdido, pero tú aún tenías un poco de esperanza Monty...
Monty no dijo nada, solo se quedó callado comprobando que sus sospechas eran ciertas pero ahora el saberlo hacia que sus nuevos par de ojos lo hicieran sentir extraño y de alguna manera incómodo. Rápidamente giró la cabeza cuando la mujer se sentó a su lado y lo miró fijamente.
-Tienes mucho que contarme, Monty, y es preferible que digas la verdad porque las cámaras no mienten -Su tono de voz era frío y firme.
-Si ya viste las cámaras, entonces no entiendo lo que quieres que diga si ya lo sabes -respondió con el mismo tono irritado.
-Quiero saber la razón por la que atacaste a Bonnie.
-Fue por una buena causa...eso creo, que yo sepa lo fue...no lo sé! estoy muy confundido ahora, no puedo pensar con claridad- chasqueó la lengua con mucho estrés que le molestaba y el estar encerrado en ese lugar no lo ayudaba mucho.
-Bueno... entonces te dejare libre por ahora pero tú y yo tendremos otra charla y esta vez quiero que me cuentes todo, ¿entendido? -Ella ordenó y Monty solo asintió sin mucho interés.
-Esto es una mierda...-murmuro para si mismo pero fue escuchado fácilmente por Vanessa quien le dio un golpe en la cabeza- ¡Qué cara- ¡¿Y eso por qué?!
-Será mejor que cuides tu tono y tu vocabulario o me vere obligada a meterte a clases de educación en la guardería de Sun -cruzo sus brazos en su pecho y vio a Monty seriamente.
-Ni se te ocurra hacerlo vieja anciana de cuarta...-dejó salir pequeños gruñidos como amenaza pero eso parecia no hacer efecto en la oficial.
-Bien. 1 semana de clases con Sun, ya esta hecho, le avisare a Sun ahora mismo -dijo sacando un aparato extraño de su bolsillo.
-Pero-
-¿Quieres dos semanas, Monty?...-Vanessa lo miró de reojo pero Monty solo bajo la mirada y guardo silencio- Buen chico.
Monty solo pudo gruñir al ser nombrado de esa manera hasta que de pronto la puerta se abrió de golpe, llamando la atención de los dos.
-¿Freddy? ¿Cómo llegaste hasta aquí? Se supone que deberías estar en la guardería siendo atendido por Moon y Sun - preguntó Vanessa, fulminando con la mirada a Moon que estaba detrás de Freddy y este solo se encogió de hombros.
Vanessa iba a preguntar de nuevo hasta que vio a Freddy acercándose hacia donde estaba Monty y luego deteniéndose frente a él, mirándolo fijamente a los ojos. Toda la sala se mantuvo en un silencio muy incómodo y el que más afectado salia era Monty viendo al oso frente a él con una ceja levantada muy confundido y esperando que dijera de una vez el motivo de su presencia.
Pero solo se le quedo viendo durante los siguientes minutos más largos de su vida...mierda.
-Maldita sea Freddy si viniste a decirme algo dilo una puta vez que me estas quitando la poca paciencia que me queda y el verte parado frente a mi con esa cara de idiota no ayuda! -se quejó Monty, ya cansado de esperar a que el oso dijera algo e iba a seguir quejándose si tan solo el otro no se hubiera lanzado a abrazarlo con mucha fuerza.
Los ojos de Monty se abrieron con sorpresa por el repentino abrazo que lo hacia sentir un poco incomodo por la cercanía de él y el oso. Trató de soltarse de su agarre, pero Freddy lo abrazó con más fuerza e hizo que entrara en alerta y trató nuevamente de liberarse pero no pudo. Su agarre era demasiado fuerte. Monty resopló con derrota, y fue entonces cuando Freddy movió uno de sus brazos, dejando que su mano vagara por su espalda hasta llegar a su mejilla donde la sostuvo y la acaricio con gentileza. Monty ahogo un grito por el repentino gesto, quería alejarlo, pero no podía. Quería esto, en el fondo él deseaba su toque. Lo deseaba tanto que dolía.
La mano de Freddy siguio viajando por su mejilla hasta tomar con delicadeza su mentón, elevándolo un poco, y logrando así poder sentir el aliento de cada uno. Monty se estremecio ante eso, no podía dejar que esto siguiera así. Su mente rugía en confusión y un deseo furioso negándo a ver a los ojos al otro. Al final Monty volvió a sus sentidos y casi logró alejarse de el oso con un fuerte empujón, casi.
Freddy también reaccionó rápidamente y tomó la muñeca del otro para envolver sus brazos alrededor de su cuerpo nuevamente y esta vez hizo que el caimán lo mirara a los ojos. En el momento en que Monty lo vio a los ojos, perdió la pelea y todo se derrumbo dentró de él cuando escucho algo que lo rompio por dentro sin saber el por qué.
-Bonnie...-susurro Freddy con una sonrisa debil y triste viendo fijamente los ojos de Monty.
