Monty se acurrucó cómodamente en el amplio pecho de Freddy. Estaban en silencio, simplemente disfrutando de la presencia del otro. Era increíble como habían cambiado las cosas de querer matarse entre ellos a querer estar siempre en los brazos del otro para no volver a alejarse jamás, por mucho que odiaran lo que hacían, sabían que el amor que sentían por el otro jamás desaparecería y estaban muy aliviados, no querían que ese sentimiento se fuera fácilmente...
-¿Cómo te sientes?..-el pecho de Freddy vibró contra él mientras hablaba en su tono profundo, apretando sus brazos alrededor de su cintura como si fuera a desaparecer en el aire si no lo abrazaba lo suficientemente fuerte. Metio su rostro en su cuello después de soltar un suspiro agotado
-Me siento bien en este momento, pero sabes que eso puede cambiar muy rápidamente -murmuró Monty sin querer moverse de su posición.
-Estas muy lastimado, no quiero que te muevas demasiado -Agregó, murmurando contra su sien antes de besarla suavemente y cambiar al caimán para que se sentara de lado en su regazo. Monty rió leve por su declaración, asomándose un poco para ver los hermosos ojos marinos que brillaban con adoración. Sabía que sus ojos tenían la misma expresión.
-Freddy, no me estoy muriendo. solo tengo una u otra pieza rota igual que tu, estamos iguales oso idiota-dijo con descaro juguetonamente, sintiendo la mano de Freddy deslizarse hasta su mejilla para dar suaves caricias a esta.
-Mmm -Freddy gruñó y lo apretó más contra él, obstinadamente apretando sus brazos alrededor del caimán de nuevo. El último mencionado suspiró en voz alta, moviendo su cuerpo en su regazo para sentarse a horcajadas sobre sus muslos antes de tomar el rostro del oso entre sus manos para rozar por unos segundos sus labios.
-Está bien, voy a estar bien. Lo prometo. No me va a pasar nada -susurró, besando sus labios suavemente para sellar sus palabras. Su beso fue tierno y lento, moviéndose en tándem mientras presionaban sus cuerpos, los brazos del Monty se deslizaron alrededor del cuello de Freddy para acercarlo más. La lengua de Freddy probó suavemente los labios del otro, pidiendo entrada, la cual el caimán lo concedio de inmediato ya que sintió que su contrario buscaba el solsticio en su acción amorosa. Después de un largo momento, ambos se retiraron lentamente y juntaron sus frentes, mirándose a los ojos profundamente enamorados.
-Monty te amo -comenzó Freddy, aún manteniendo el contacto visual con el caimán con una sonrisa tierna en su rostro- Eres la unica rázon por la que no puedo dejar de seguir luchando, eres la nueva razón de mi vida. Sin ti, no sé dónde estaría.
Inmediatamente Monty sintió que se le acumulaban las lágrimas en los ojos y su boca temblaba levemente antes de lanzarse contra él, agarrándose con fuerza de su cuello para sostenerse mientras comenzaba a sollozar contra su cuello. Podría haber culpado a su sistema debil, pero sabía con certeza que solo tenía que ver con el hecho de que su amor por Freddy lo sacudió hasta el fondo.
-Lo siento...lo siento mucho -susurró debilmente apretando sus dientes con tanta fuerza que rechinaban en el proceso. No tenia que dar una explicación para que Freddy lo entendiera, sabía a lo que se refería y se sentía muy culpable por todos sus errores en el pasado y por causar tanto daño a su oso favorito.
-Shh, shh...tranquilo -Freddy susurró contra su cabello rojizo mientras seguia abrazándolo, presionando besos fugaces en su sien- Todavía me debes una explicación, pero primero tienes que calmarte, ¿de acuerdo, cariño?
Monty no pudo hacer nada más que asentir, mordiéndose el labio inferior con fuerza en un intento de contener las lágrimas, se sentía patetico y estúpido de esa manera. Sin embargo, no importaba cuánto lo intentara, no podía detener la cascada de lágrimas que caían por sus mejillas. Freddy pareció darse cuenta de eso después de un breve momento, y en lugar de hablar, simplemente besó su frente y sus mejillas de una manera muy amorosa para calmarlo lentamente, teniendo éxito en los pocos segundos.
