capítulo 20

99 9 0
                                    

Camila

Habíamos pasado la tarde junto a Nicolás y Kate, Luciano se había ofrecido a llevarlos al aeropuerto.

Íbamos de camino a su caravana, esta nerviosa. Mis dedos constantemente estaban en mi boca o tocando mi falda.

Lo miraba algunas veces, cuando él me devolvía la mirada yo la quitaba, lo veía sonreír, pero no decía nada.

— Estoy nerviosa – digo por fin – no quiero que la gente comience a hablar cosas.

— No tienes por qué estarlo, no estamos haciendo nada malo, solo somos dos amigos pasando el rato.

Ese era el problema yo no quería solo pasar el rato quería mucho más.

— ¿mañana viene tu madre? – pregunto retorciendo mi falda

— Si, pero no debes preocuparte. Ella no te dirá nada.

Sabia que su madre no estaba de acuerdo con la situación en la que nos encontrábamos Luciano y yo.

— ¿te vas a quedar conmigo esta noche? – pregunta él mientras estaciona el auto – hay una cama extra en mi caravana, pero si quieres que te lleve al hotel solo debes decírmelo.

— Gracias – digo suspirando

No se que es lo que quiero, solo se que quiero estar con él.

Luciano prepara algo para comer mientras lo ayudo a poner la mesa, lo veo mirándome de vez en cuando con una gran sonrisa en su cara.

— ¿puedo preguntar que te hace tanta gracia?

— Solo no puedo creer que estes aquí, siempre lo imagine y esto no se parece en nada.

— ¿Cómo fue que lo imaginaste realmente?

— ¿segura quieres saberlo? – pregunta con una sonrisa coqueta.

— Te lo estoy preguntando – digo nerviosa.

— Pues, te imagine aquí completamente desnuda – dejo salir un jadeo – inclinándote en ese sofá y tomándote desde atrás, te imagine gritando mi nombre tan fuerte y todo el complejo escucharía que estábamos haciendo el amor.

Oh dios mío, cruzo las piernas rápidamente, sus ojos no dejan de mirar todo mi cuerpo, estoy en llamas y sé que él también.

No podía decir eso y no obtener nada de mí, había quitado el filtro de mi cerebro cuando por fin hable.

— No es necesario que todo el complejo se entere, siempre podemos ser silenciosos.

Mi rostro se sentía caliente de vergüenza, Luciano me miraba aun procesando mis palabras, en dos grandes zancadas ya estaba a mi lado presionando su cuerpo al mío, reclamando con sus labios mi lengua, logrando que un gemido gutural saliera de mí.

— Entonces tendrás que ser lo más silenciosa que puedas.

Estábamos besándonos sin control, sus manos estaban por todo mi cuerpo, tan pronto como sus labios llegaban a mi cuello una prenda de ropa caía al suelo.

Estábamos completamente desnudos, no recordaba la ultima vez que esto había sucedido, cada vez que Ethan y yo teníamos sexo, solo me quitaba el pantalón igual que él.

— Llevo tiempo queriendo hacerte mía – dice mientras va dejando suaves besos en mis pechos.

— No esperes más, por favor – digo suplicando.

Me lleva hacia su habitación y me recuesta en la cama, su cuerpo presiona el mío mientras sigue besándome suavemente.

— Te amo – dice mientras se mete uno de mis pechos en su boca, logrando que un fuerte grito salga de mi boca. – shhh, recuerda. Debes ser silenciosa.

La Última Carrera (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora