—¿Unos tragos? —repitió Taehyung. No estaba sordo. Solo quería asegurarse de que estuviera escuchando bien.
—Sí, ya sabes —Myung-jun metió las manos en sus bolsillos y alzó sus hombros de forma altanera, sonriendo—. Puedo llevar a unos amigos también. Podemos divertirnos, seguro.
El castaño inspiró profundamente.
—¿Estás loco? —espetó con las manos en jarra, y su voz sonó tan fuerte que varios voltearon a mirar—. ¿Cómo puedes pensar en tragos cuando este día de grabación ha sido un completo fiasco?
—¿Disculpa?
—¡No estás disculpado! —Taehyung levantó su dedo índice, molesto—. ¡Has estado todo el día pidiendo absurdos descansos! Esto de grabar cuesta, ¿sabes? ¡Cada minuto que perdemos es dinero valioso!
Ahora todo el mundo estaba mirando hacia ellos. Myung-jun lucía como un enorme Doberman a punto de ser devorado por el pequeño y molesto Pomerania que rabiosamente le ladraba.
—Mientras tú lloras por tu cabello, ¡todo se atrasa! —Incluida su escena. ¡Sería su debut en la pantalla como algo más que un extra! Y además, no había podido siquiera mirar sus propias líneas. ¡Todo por estar detrás de ese baboso caprichoso! Él estaba demasiado enojado como para pensar en unos tontos tragos. —¡Enfócate en tu trabajo o alguien va a usarte de piñata y te aseguro que...!
Sintió una mano apoyándose en su hombro y su bramido se detuvo de inmediato, con una aspiración de horror. Oh, por Dios. Él acababa de gritarle esas cosas a la estrella de la serie.
—Taehyung, cálmate —pidió Seokjin. La mano en su hombro se sentía demasiado pesada y la voz le sonó extraña, ahogada.
¿Cálmate? Cálmate. ¡Ya qué más daba! Su carrera estaba acabada, su futuro estaba acabado, la remota posibilidad de actuar junto a Park Bogum estaba hecha añicos. Myung-jun aún lo miraba escéptico, en silencio, y todos en el improvisado set también.
Pero no es como si estuviera equivocado. La universidad estaba cobrando una asquerosa cantidad de dinero para grabar en el campus y dos días eran lo máximo que tenían presupuestado. Si llovía hoy, o mañana, perderían dinero innecesariamente. Así que, tal vez, las palabras de Taehyung estaban en boca de todos los presentes, pero nadie tendría el valor de decirlo en voz alta.
—Dame mi libreto —ordenó Myung-jun después de largos segundos en silencio.
—Muchas gracias por tu comprensión. —Orgulloso, Taehyung le extendió las hojas con una mirada fiera. El actor se dio la vuelta y entonces, paulatinamente, todos regresaron a su conversación. Ahora, con el bajón de adrenalina, sus piernas temblaban como gelatina. ¡Él y su bocota! Mierda.
Allí se iba su oportunidad de grabar junto a Park Bogum algún día.
—Qué hice —lloriqueó en voz baja. Seokjin prácticamente se volvió su soporte, porque sí, él estaba por desmayarse.
—Nada. No hiciste nada —dijo el mayor, tranquilizándolo. No es como si él no hubiese querido gritarle de esa manera hacía mucho tiempo, cuando llevó a Junghyun al límite con su soberbia, cuando lo empujó a un abismo del que nadie pudo sacarlo—. Solo... ten mucho cuidado con él, ¿quieres?
Taehyung jadeó con angustia. Fantástico. ¿Ahora tenía que dormir con un ojo abierto?
[♥]
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¡El mariscal de campo es gay! - KookV
FanficEl fútbol americano no es muy popular en Corea del Sur. Duh. La Universidad de Seúl es la única con una selección universitaria medianamente competitiva y también la única que puede ofrecer un futuro prometedor a aquellos estudiantes que sobresalgan...