16 - {IV}

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Canción en multimedia: Stop crying your heart out - Oasis 🎵 🎶




—Taehyung, por favor dile a Hoseok que cierre sus piernas. Nos incomoda.

—Uhm, Hoseok hyung, ¿puedes por favor...?

—TaeTae, dile a Jimin que no estaría tan incómodo si dejara de echarte las piernas encima. ¿A que te está incomodando?

—Bueno, Jiminie, en realidad...

—No puedo poner las piernas frente a mí porque chocan contra el asiento de Jungkook —se quejó Jimin, y cuando el mariscal hizo el amague de tirar la silla de copilo hacia el frente, el rubio lo detuvo con unas palmaditas en su hombro—. Tranquilo, Jungkook-ssi, es solo el cavernícola de Hoseok que no sabe sentarse decentemente.

El auto de Ji-Eun era pequeño.

Muy pequeño.

Pero Taehyung podía decir que estaba cómodo, aunque estuviera apretujado en el asiento de la mitad. A cada lado de su cansada y exhausto cuerpo, Jimin y Hoseok estaban teniendo una sutil guerra campal que no sabía cómo detener. Vaya, pero qué mala idea había sido pedirle a Jimin que le pidiera ayuda a Hoseok.

—Ya está, qué importa. ¿Entonces? —Jimin codeó a Taehyung—. No nos has contado nada aún.

¿Cómo? Si empezaron a discutir ni bien cerraron las puertas del vehículo.

—Sí, dinos. ¿Él fue un idiota contigo? Puedo hacer que el equipo le dé un buen susto —sugirió Hoseok posando incómodamente su brazo sobre los hombros del castaño.

—Yo... podría decir que sí —murmuró Taehyung, sin saber siquiera por dónde empezar. Seokjin se había comportado de forma extraña, pero luego del bajón de adrenalina, no estaba seguro de que fuese culpa de él nada más.

—Oh, ¿entonces él fue un idiota como que te estuvo mintiendo todo este tiempo? —preguntó Jimin alzando sus cejas.

—Uhm, no... Bueno, sí. Es decir, no sé. Creo que también metí la pata —Taehyung rascó sus labios en un gesto ansioso. La sensación de culpa iba creciendo exponencialmente dentro de él.

—Oh. Ya entiendo. Entonces tú también fuiste un idiota, y no quisiste escucharlo, le gritaste y lo dejaste tirado —señaló Hoseok haciendo ademanes con la mano que tenía sobre el hombro de Taehyung.

—Uh... —Mierda. No necesitaba que sus amigos también le echaran leña al fuego ardiente del remordimiento.

—Bueno, imbécil, tal vez porque no fue Taehyung el que se metió conmigo y aquella chica al mismo tiempo —espetó Jimin con rabia.

Oh. Esperen. Nada de eso era sobre él, ¿verdad?

—Ustedes dos —siseó Jungkook, mirando sobre su hombro hacia el asiento de atrás—. Arreglen su mierda u olvídenla. ¿Por qué Ji-Eun noona tiene que escucharlos?

—No hay nada que arreglar —Jimin cruzó sus brazos tercamente sobre su pecho y miró hacia la ventana.

—¿Entonces por qué no puedes simplemente olvidarla? —replicó Hoseok airado y no recibió una respuesta inmediata. Cuando Jimin volteó a mirarlo, con sus ojos brillantes y el labio temblando, Taehyung sintió que el culpable de todo era él y no Hoseok.

—Porque me lastimaste —respondió Jimin en un susurro; Taehyung jadeó angustiado y lo abrazó, a pesar de no recibir el gesto de vuelta—. ¿Alguna vez pensaste en alguien además de ti?

¡El mariscal de campo es gay! - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora