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Canción de multimedia: Dear insecurity - gnash ft. Ben Abraham 🎵🎶



Las palabras fueron dichas pero nadie respondió a ellas. Las escasas personas en el pasillo de la universidad tampoco parecían haberle prestado atención.

Jimin hizo sonar su cuello, luciendo confundido, pero ciertamente muy al tanto de lo que el castaño acababa de insinuar, porque —a diferencia de cierta persona— él podía entender muy bien un indirecta.

—¿Qué mierda, Taehyung? ¿Estás insinuando que yo ventilé tu secreto, que soy el autor de tu publicación en la gaceta?

Taehyung bajó sus hombros con desilusión y se arrepintió de sus palabras tan pronto como su amigo habló. Bueno, en su cabeza, dicha idea no había sonado tan descabellada, al menos no antes de arrojarle el guante a Jimin.

—Solo digo —titubeó—, eras el único que sabía, Jimin. No digo que tú hayas escrito todo eso sobre Irene y sobre mí, pero... ¿tal vez le contaste a alguien?

Jimin jadeó ofendido y sus mejillas subieron de tono a la par que su molestia; el tranquilo chico inspiró profundo y Taehyung pensó que ese era el fin, ya fue, ese fue el momento en el que acuchilló su amistad y prontos ellos irían al funeral de su bonito lazo parabatai. Sin embargo, el rubio solo dijo:

—No puedo culparte por dudar de mí, pero me ofende que lo hagas —declaró—. Puedes estar tranquilo, porque para ser honestos, tengo mejores cosas que hacer que atacarte por Internet. Si me disculpas, iré a clase ahora.

Jimin apuró el paso y Taehyung detuvo su caminar a mitad del pasillo. No estaba muy seguro de qué había sido eso; ahora, ni siquiera sabía si Jimin estaba molesto o no. Pero había salido muy mal; de verdad, muy mal.

—¿Y bien? ¿Cómo estuvo su plática, fosforito?

Su estado de desasosiego fue desbancado por un respingo. Se giró como un gato amenazado y Jungkook tuvo que levantar sus manos en un gesto de paz, aunque luego soltó una pequeña carcajada y revolvió su cabello hasta volverlo un nido de pájaros.

—¿Por qué me estás siguiendo? —siseó Taehyung.

—Lamento decepcionarte, fosforito, pero el salón de mi clase está en esta dirección. Sin embargo —Él levantó las cejas—, veo que seguiste mi consejo.

—Sí, lo hice, y en una escala del uno al diez, fue una pésima idea preguntarle a Jimin si fue él quien ventiló la historia de Minjae.

—Oh, qué bien. ¿Y qué dijo? —inquirió curioso y pasó su brazo por encima de los hombros del castaño, sin importarle quién miraba y quién no. Eso hizo que Taehyung se sintiera un poco sorprendido y sobrecogido. Minjae nunca hubiera hecho eso, ni siquiera desde el inicio.

—Pues, uhm, que no lo hizo.

—Genial, fosforito —Jungkook revoloteó su cabello con una enorme sonrisa—, un sospechoso menos. ¿Ves? La vida es muy fácil; simplemente tú te complicas demasiado.

—Wow, Lucifer, acabas de resolver todo el misterio —Taehyung rodó los ojos con sarcasmo—. Si fuera así de fácil...

—¿Qué quieres decir con eso? —El pelinegro frunció el ceño—. Es decir, ¿estás dudando de su palabra?

—¡No! Es decir, es que...

—Ya sé. Mira, en mis tiempos libres veo muchas series, así que definitivamente sé a lo que te refieres. Esta es una relación de amistad bastante tóxica, donde el tranquilo y sencillo chico tiene un complejo de inferioridad porque su bestie es genial y él no, así que decide crear un blog en donde pueda arruinar su imagen —Jungkook asintió varias veces, contento con su descubrimiento—. Olvida lo que dije. Vuelve a ponerlo en la lista de sospechosos, querido Watson.

¡El mariscal de campo es gay! - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora