Seis

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Dos días habían pasado de esa extraña noche en la que Chenle se había disculpado con ella

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Dos días habían pasado de esa extraña noche en la que Chenle se había disculpado con ella.

Aún seguía confundida. ¿Qué ganaba Chenle con pedirle perdón? ¿Por que ahora? Quizás el hecho de que ellos comenzaron a relacionarse luego del trabajo y no quería sentir culpa por lo que hizo.

De todos modos, Dalmi no podía esperar para terminar el trabajo y alejarse de el. Comenzaba a sentirse rara cuando estaba cerca de Chenle y eso la preocupaba. De alguna forma comenzaba a pensar en él y quería golpearse.

Lo odiaba, no quería nada de él. Chenle era un egocéntrico y estúpido chico que solo le importaba el dinero y el poder. Él mismo le había dejado en claro que nunca estaría con alguien como ella.

¿Por que seguía pensando en él? Sólo tenía que concentrarse en aprobar el trabajo de sociales y terminar su último año sin problemas. Ese era el plan.

Olvídalo, Dalmi. No es nadie para ti, sólo tu compañero.

"¿Que haces?" preguntaron haciendo que Dalmi saltara en su lugar.

Asustada levanto la vista hasta encontrar a Chenle frente a ella, curioso.

Tenía que ser una broma. ¿Por que siempre la encontraba? Justamente cuando estaba negándose a pensar en el, Chenle aparecía. 

El destino me odia, no hay dudas.  

"Solo intento hacer la tarea de álgebra" murmuró exhausta.

El chico observó sus hojas revoltosas sobre la mesa y se acercó hasta quedar a su lado. Leyó los cálculos que Dalmi estaba haciendo y rápidamente tomó el lápiz de su mano.

"Tienes que despejar la X para llegar al resultado" le dijo señalándole. "Primero resuelves lo del paréntesis, luego lo de afuera" escribió resolviendolo en la hoja.

Dalmi suspiró observando al chico llegar al resultado. Asintió suavemente cuando Chenle la miró. Sus rostros quedaron tan cerca que podían sentir sus respiraciones mezclándose.

Las mariposas invadieron el estómago de Dalmi cuando los ojos de Chenle bajaron a sus labios. Incluso ella hizo lo mismo cuando Chenle lamió su labio suavemente.

¿Que mierda estaba pasando?

Cuando una presión en su pecho la golpeó, Dalmi giró su rostro rápidamente.
¿Estaban a punto de besarse? ¿Era su imaginación?

Estás volviéndote loca, Jung Dalmi. Deja de pensar en Chenle o terminarás mal.

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𝚛𝚒𝚌𝚑 𝚋𝚘𝚢 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora