Amor canino (TERMINADA)

10. De nuevo en las calles

—Pero ¿por qué quieres volver a ser un perro? —le pregunta Loki.

—Porque extraño dormir con él en su cama —le responde Bucky. A pesar de tener el corazón roto, es capaz de mentir con mucha facilidad.

El dios de las mentiras, quien está consciente de que Bucky duerme en un saco de dormir a los pies de la cama de Steve desde que es un humano (el rubio ya no lo deja dormir con él en su cama), se ríe con ganas. Por un instante, Bucky teme que le haga preguntas y averigüe lo que acaba de pasar con Steve. Pero al final Loki simplemente usa su magia y vuelve a convertirlo en un perro.

—Te volveré a transformar en la mañana —le dice al perro de pelaje café largo y sin pata delantera izquierda.

Pero Bucky simplemente sale del cuarto de Loki sin ladrar. Por suerte para él, el lugar está totalmente vacío, así que no le resulta nada difícil dirigirse a las escaleras para bajar hasta el primer piso de la torre, y, después, cruzar la puerta hacia la calle.

***
Entre darle su espacio a Bucky y el deseo, a Steve no le resultó demasiado difícil decidir pasar la noche en la cama de Tony. Y tampoco le costó mucho sucumbir al deseo del castaño. Por eso no se sorprende cuando despierta y siente el cuerpo pequeño y peludo del perro Tony

—Tony —lo llama suavemente—. Tony.

Pero el perro mantiene los ojos cerrados. Con una sonrisa traviesa, Steve termina despertándolo con un beso en la cabeza. Lamenta no poder dárselo directo en la boca, pero ya volverá a hacerlo en la noche.

—Buen día, cap —lo saluda Tony cuando al fin abre los ojos.

—Arriba, Tony —le dice Steve mientras se levanta de la cama.

El Capitán se viste (Tony disfruta admirar el cuerpo desnudo del contrario) antes de salir hacia el comedor. Antes de llegar, sin embargo, Steve recuerda que todavía tiene una charla pendiente con Bucky. Después de decirle a Tony que lo alcanzará en un momento, el rubio va a su habitación.

—¿Bucky? —pregunta mientras toca la puerta.

El silencio le hace comprender que el Castaño debe seguir demasiado triste y decepcionado. Aun así, Steve abre la puerta, pues no puede estar así con su mejor amigo.

Y se lleva una gran sorpresa cuando no encuentra a Bucky en la habitación.

Entonces su mente piensa lo peor: al rechazar a Bucky, haberle declarado su amor a Tony y pasar la noche con él, en cierta forma, fue su decisión final; el rubio eligió al genio millonario.

Sin perder tiempo, va hasta la habitación de Thor y Loki. Pero se detiene a medio camino, pues recuerda que el dios de las mentiras le aseguró que cuando Steve hiciera una elección, todo recuerdo de haber tenido a Bucky se esfumaría. Y como Steve todavía recuerda perfectamente todo lo vivido con Bucky, es imposible que éste se haya ido. Sin mencionar que Tony sigue siendo un perro, así que realmente no hay nada de qué preocuparse.

—¿Alguien ha visto a Bucky? —le pregunta el Capitán América a sus compañeros vengadores cuando llega al comedor.

—¿No estaba con usted, Capitán? —le pregunta Loki con confusión.

—No, no lo he visto desde anoche.

—¡Pero eso es imposible! Anoche él me pidió que lo transformara de nuevo en perro para que pudiera volver a dormir con usted en la cama.

—Espera, ¿qué? —pregunta Tony con malhumor.

Los otros vengadores se ríen, pero Steve solo se queda más confundido que antes. Al final, Steve le pide a JARVIS que le diga donde está Bucky.

—El señor Bucky se fue de la torre anoche, señor —le responde la IA.

—¿Qué? —preguntan varios de los vengadores.

***
Su corazón duele cuando piensa en Steve. Y más cuando piensa que seguramente no lo extrañará.

Caminando entre las calles, Bucky piensa cómo pudo ser tan estúpido como para creer que Steve podría amarlo como él lo ama. Creyó que podría ser la elección de Steve, que podría pasar su vida junto a él, que serían felices juntos. Incluso pensó que lo lograría si le prometía que sería bueno, que ya no haría travesuras, que ahora sí respetaría que no quisiera compartir la cama, que ya comería pura croqueta y dejaría de conformarse con huesos... Pero ahora entendía que habría sido inútil.

Porque Steve amaba a Tony, y solo a Tony.

Suelta un lloriqueo mientras se pregunta qué pensará Steve cuando vea que ya no está en la torre. Seguro se alegrara de no volver a ver al perro idiota que lo besó, de que ahora solo tendrá a Tony, de que ahora será feliz con la persona que realmente ama.

Y mientras tanto, Bucky pasará hambre, frío y tristeza por recordar los buenos momentos con Steve. Porque, a pesar de todo, Bucky no lo odia y jamás lo odiará. Porque Steve fue el mejor amo que pudo tener. Aunque lo rechazó románticamente, eso no quitaba los buenos momentos que pasaron juntos tanto antes como después de ser convertido en humano. Seguramente los recuerdos que más va a añorar son en los que Steve le decía que era un perro bueno. Extrañará el contacto de las manos del rubio con su largo pelaje café, sus caricias, sus risas, sus ojos azules... Pero lo que más extrañará es estar a su lado.

Y le lastima pensar que Steve no lo extrañará. Porque ¿para qué querría tener amigos si tiene a la persona que ama?

Lanzando otro lloriqueo, Bucky camina hasta un bote de basura. Después de tanto tiempo debe volver a buscar comida entre esos botes.