Amor canino (TERMINADA)

5. Humano

Steve se despierta y, al tanterar a su derecha, siente un gran bulto. Confundido, mira hacia ahí y suelta un grito de sorpresa cuando descubre que el bulto es un cuerpo humano. De hecho, es un hombre desnudo, de piel clara y largo cabello castaño.

Levantándose rápidamente y tomando su escudo que está en el otro lado de su cama, el rubio despierta al hombre por el ruido. Confundido, Steve observa que el hombre suelta un gran bostezo mientras estira el único brazo que tiene (el derecho) hacia enfrente, justo como si fuera un perro...

—Buenos días, Steve —le dice el hombre al rubio.

Y al moverse un poco, el hombre termina cayéndose de la cama. Sin embargo, Steve reconoció su voz.

—¿Bucky? —pregunta al hombre, quien está en el suelo quejándose por el dolor de la caída.

—¿Qué pasó? —le pregunta el castaño—. ¿Cómo es que...?

Entonces el hombre se da cuenta de su aspecto. Se mira la mano y abre mucho los ojos. Poniéndose de pie, se da cuenta de que ahora su cuerpo no es pequeño ni peludo. Comienza a alterarse mientras se tantea cada parte de su expuesta piel.

—Bucky —lo llama el rubio, pero el castaño sigue moviéndose por todos lados mientras examina su nuevo cuerpo.

Y de repente llega frente a un espejo redondo colgado en la pared. Grita de terror y retrocede al ver su cara y cabello.

—¿Qué me pasó? —grita mientras vuelve a observar su reflejo—. ¿Mi cuerpo creció?

—Bucky, ¿entonces sí eres tú? —le pregunta el rubio.

Al recordar que Steve está ahí, Bucky se le acerca (el rubio se pone un poco rojo por tener tan cerca a un hombre desnudo) y pone su mano en el hombro de su amo.

—¡Steve, ayúdame! —le suplica—. Algo le pasó a mi cuerpo. Crecí y me depilaron o algo.

A pesar de todo, Steve no puede evitar reírse de la reacción de su mascota convertido en humano. Suelta su escudo y se acerca a su armario, de donde saca una bata que le extiende a Bucky.

—Ponte esto —le dice.

Obediente, el castaño se pone la bata, cubriendo su desnudo y bien formado cuerpo. Después de eso, ambos salen del cuarto y van directo al comedor. Solo Thor y Loki están ahí, desayunando con calma.

—Loki —llama al dios de las mentiras—. ¿Puedes explicar esto?

Señala a Bucky, quien mira con ansias el pollo de Thor. El rubio de cabello largo mira con confusión al castaño, pero Loki, con una sonrisa malvada, le pregunta al Capitán:

—¿No le parece lo suficientemente atractivo, Capitán?

—¿Ahora qué fue lo que hiciste, Loki? —le pregunta Steve con enojo.

—Bueno, es fácil. Como le dije, el hechizo de Stark se romperá si usted lo elije a él, pero entonces pensé "oh, ¿cómo va a ser una elección justa si Bucky es solo un perro?", así que decidí que le facilitaría las cosas, Capitán, y transformé a Bucky en un humano. Ahora no se sentirá mal si elije a Bucky.

El mencionado ladea la cabeza con confusión. De repente, huele la ira de los dos rubios que se encuentran en la sala, por lo que se aparta un poco de Steve: rara vez se enoja, pero cuando lo hace termina llamándole "perro malo".

***
Minutos después, el dios de las mentiras, Steve, Bucky (vestido con ropa más cómoda) y Tony (todavía convertido en perro) están reunidos en la sala, discutiendo lo que pasará ahora.

—¡Ay, vamos, no me miren así! —le dice Loki al Capitán América y el perro café—. Solo quería que todo esto fuera más justo.

—¡Juro que te voy a asesinar, cuernitos! —le grita Tony, pero solo Steve y Bucky pueden entenderle, pues para Loki solo ladra.

—Más te vale que arregles esto —le dice Steve.

—Yo no voy a arreglar nada. Excepto... —usando su magia, Loki hace aparecer un brazo izquierdo de metal para Bucky, quien se sorprende mucho al verlo—. Listo. Ahora sí puede elegirlo, Capitán.

—¡No voy a elegir a nadie, Loki! —le grita el Capitán mientras Bucky mueve los metálicos dedos de su nuevo brazo.

—Tiene que. Porque ha de saber que, si no lo elije a alguien dentro de seis meses, tanto Stark como Bucky recuperarás sus apariencias originales, pero ninguno de ellos volverá a tener sentimientos de amor hacia ti.

—¿Qué?

Nadie jamás ha visto al rubio tan enojado, pero entonces Bucky, sin prestar atención al olor que emana su amo por el enojo que siente, se acerca más a él y lo abraza. Su expresión muestra la gran felicidad que siente.

—¿Ahora qué haces, pulgoso? —le pregunta Tony, celoso.

—Desde hace mucho quiero darle un abrazo a Steve —le responde Bucky sin mirarlo—. Y ahora que tengo dos brazos, puedo dárselo correctamente.

Y abraza al rubio con más fuerza. Nadie sabe qué hacer o decir, pero Steve no puede negar que lo que Bucky dijo fue tierno. Al final, le devuelve el abrazo y hasta le acaricia su largo cabello, justo como haría si aun fuera un perro.

—Bueno —dice Loki de repente—, yo ya no tengo nada más que hacer, así que me voy.

Se levanta y se dirige a la salida del lugar. Tony quiere seguirlo y obligarlo a convertir a Bucky de nuevo en un perro, pero le desagrada la idea de dejar solos a Steve y a Bucky, quien (tiene que admitirlo) es bastante atractivo.

—¡Steve! —grita para llamar su atención.

Como aun es un perro, Steve tiene que bajar la vista para verlo, así que Tony se siente un tanto intimidado por ser más pequeño que el rubio. Y no ayuda mucho recordar que anoche tuvieron una fuerte discusión.

—¿Qué pasa, Stark? —le pregunta el rubio.

Tratando de ignorar el dolor de ver que Steve aun está enojado con él (solo lo llama por su apellido cuando pasa eso), Tony le dice:

—Pensé que hoy podríamos salir y hablar un po...

—Imposible —lo interrumpe Bucky, quien no ha soltado a su amo—. Steve y yo ya tenemos planes.

—¿Ah, sí? ¿Cuáles?

—Nuestra caminata —explica antes de dirigirse al rubio—. ¿Verdad, Steve, que daremos nuestro paseo matutino?

—Claro —le dice Steve, quien está inexpresivo—. Lo siento, Stark, pero esto es algo de Bucky y yo.

Y antes de que el perro de pelaje café pueda decir algo más, Steve da media vuelta y se dirige a la salida, seguido de un muy entusiasmado Bucky.

—¿Me pondrás la correa? —le pregunta éste al rubio—. Creo que mi cuello ahora es un poco más ancho.

Tony arde de coraje cuando ve que Steve se ríe de lo que su pulgoso amigo, ahora convertido en humano, acaba de decir.