1. El favorito de Steve

317 37 35
                                    

Todos están encantados con la presencia de Bucky en la torre. Siempre recibe caricias de Natasha y Clint, Thor suele jugar con él a la pelota de vez en cuando, Bruce le da alguna golosina cuando come, Loki lo deja acostarse a lado de su silla plegable cuando sale a tomar el sol y hasta Pepper, quien no vive en la torre pero la visita muy seguido (casi siempre para hablar de negocios con Tony) lo acaricia y le habla con ternura.

Pero ningún vengador es tan amado por Bucky como lo es Steve. Cuando no está recibiendo caricias de los otros, Bucky está corriendo con Steve (cada mañana salen juntos), jugando con él, dándole lametazos en la cara o simplemente tumbado a sus pies. Y, por supuesto, Steve adoraba a Bucky. Lo deja dormir con él en su cama (sobretodo cuando hace frio), juega con él, le compra juguetes, le da galletas cuando se porta bien y hasta le deja comer un poco de helado con sabor a tocino cuando hace mucho calor. Ellos se aman uno al otro y cuando reciben cariño del otro procuran regresarlo multiplicado por cien.

Casi todos disfrutan de vivir con Bucky.

El único que no lo hace es Tony.

Desde la llegada del perro café, Tony supo que Steve le prestaría menos atención, pero jamás se imaginó que dejaría de prestársela totalmente. Desde que Bucky llegó a la torre, Tony dejó de existir para Steve.

No es que el castaño esté celoso del perro, pero no puede evitar notar que Steve ya no lo saluda con el mismo animo de antes (ahora solo lo saluda de pasada antes de irse a correr con Bucky), ya casi no lo ve en las comidas porque Steve prefiere comer en su cuarto con Bucky mientras le da un poco de su carne, ya no le compra donas por comprarle cosas a Bucky (aunque, siendo justos, Tony no las pedía, sino que Steve se las compraba por voluntad; pero eso solo empeora el hecho de que ya no lo hace), Tony ya no puede verlo entrenar en el gimnasio de la torre, pues Steve ahora solo sale a correr con Bucky, y en las pocas ocasiones en las que logra ver al rubio, siempre es con Bucky.

Es como si Steve ya solo viviera para Bucky. Y lo peor es que el propio Bucky lo sabe y se aprovecha de ello.

Al principio Tony pensó que eras imaginaciones suyas, pero pronto se dio cuenta de que Bucky no le permitía acercarse mucho a Steve. El can se lleva muy bien con los demás, pero parece saber que Tony es el único que podría robarse el amor de Steve, pues siempre se las arregla para mantenerlos alejados o para fastidiar a Tony.

—Oh, alguien está celoso porque ya no es el consentido del cap —dice con burla Clint cuando Tony expresa que Bucky lo fastidia.

—Cállate, idiota —le dice un muy molesto Tony.

—Solo se emocionó con Bucky, Tony —le dice Bruce—. No es nada malo.

—No es por Steve, es por Bucky. Me odia.

—Como muchos —dice Clint.

—¡Te hablo en serio! Saben bien que se las arregla para molestarme.

Sus dos amigos se ríen, pero en el fondo saben que tiene razón.

En las pocas ocasiones en que Tony y Steve entablan una verdadera conversación, Bucky se acerca al rubio con una pelota o simplemente para darle lametazos en la cara, con lo que consigue que Steve olvide al castaño y se concentre en su mascota. Pero también parece odiar a Tony, pues siempre le muerde los zapatos, los calcetines, se cruza en su camino para tirarlo y hasta lo llega a orinar.

Steve quiere demasiado a Bucky como para darse cuenta de ello, pero Tony confirma el odio que Bucky le tiene cuando, en una ocasión, los dos se quedan solos y Bucky le gruñe y le ladra cuando ve que quiere moverse. Este comportamiento extraña demasiado al castaño, pues siempre es amigable con todos.

—Tal vez está celoso —le comenta Natasha con burla—. Ya sabes, porque amas al cap.

—¿Qué? —pregunta con sorpresa Tony—. ¡Yo no lo amo!

—Sí, ajá. Como digas.

Pero, piensa Tony, eso tendría un poco de sentido. Porque Tony está enamorado del Capitán América prácticamente desde que se mudó a la torre junto a los demás vengadores. De hecho, cuando Loki llegó con Bucky, él ya estaba planeando cómo enamorarlo. Solía invitarlo a cenas y salidas, le lanzaba un piropo de vez en cuando y hasta le pagó un curso profesional de arte (pues el cap ama dibujar). Pero justo cuando creía que ya estaba por conseguir besarlo (y algo más), llegó el perro y todo se arruinó.

Tal vez Tony sí está celoso de Bucky.

***
Es una mañana tranquila y el Capitán América, Hawkeye y Black Widow volverán pronto de su misión, pero Tony siente una gran ira cuando entra a la cocina. Porque ve a Bucky comiéndose sus donas. No sabe cómo las consiguió, pues las tenía arriba del refrigerador, pero no le importa.

—¡Deja eso, pulgoso! —le grita, pero Bucky sigue devorando la ultima dona de azúcar—. ¡Perro malo!

Se acerca a él, pero Bucky, quien ya terminó de comerse la dona, alza la cabeza y le gruñe con ferocidad.

—¡Te voy a...!

Tony llama al guante de su armadura mientras Bucky empieza a ladrarle. Poco falta para que el perro se lance a morderlo. Cuando Tony ya está apuntándole con su guante metálico, listo para lanzarle un rayo repulsor, se escuchan las voces de Steve y Clint desde la sala.

Y entonces Bucky suelta un chillido de dolor.

Pocos segundos después, Steve entra corriendo, seguido por Natasha y Clint. Trae su uniforme y su cara muestra preocupación total. Bucky se acerca a él, todavía chillando. Su andar es lento, como si estuviera herido.

—Bucky —dice Steve con angustia mientras pone sus manos en él—. ¿Ahora qué le hiciste, Tony?

El mencionado se sorprende, pues Steve lo mira con el ceño fruncido. Entonces se da cuenta de que aun trae puesto el guante de su armadura.

—¡Nada! —exclama, bajando la mano—. ¡No le hice nada! ¡Está fingiendo!

Pero Steve no lo escucha; carga a Bucky y se lo lleva de ahí. A Tony le parece detectar burla en los ojos del can. Natasha y Clint también lo miran con el entrecejo fruncido.

—¡Les juro que no le hice nada! —les grita Tony, pero ambos se van sin decirle nada.

—¿Qué pasa aquí? —Loki entra a la cocina—. ¿Por qué tanto ruido? No me dejan darme un baño de burbujas en paz.

—Lo que pasa es que ese pulgoso ha puesto a Rogers en mi contra —después de soltar una risa burlona, Loki se dirige a la salida, pero a Tony se le ocurre preguntarle algo y lo detiene—. ¿De dónde sacaste realmente a ese perro?

—De una tienda de mascotas —le responde Loki con tranquilidad, pero sonríe mucho.

—Pues hay algo muy raro en él. Juraría que me odia.

—¿Qué tiene de raro eso?

Al ver fijamente a Loki, Tony descubre que su sonrisa es de maldad.

—Cuernitos —le dice lentamente—, te juro que si esta es otra de tus bromas... ¡Cuernitos!

Sin prestarle atención, Loki sale de la cocina. Pero en su mente piensa que ya es hora de dar el siguiente paso en su plan.

Amor canino (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora