•*'¨'*•.¸¸ love grows:
⇢ ❝ there's something about her hand holding mine
it's a feeling that's fine
and I just gotta say
she's really got a magical spell
and it's working so well
that I can't get away ❞
╰─── ❪ wh...
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01: MAKKARI SAVING THE DAY.
APOLLO OBSERVABA LA TIERRA con atención, captando cada detalle que pudiese atrapar bajo su mirada. Era fascinante. Su primera misión como una eterna. Observó de reojo a dos de sus nuevos compañeros, una mujer castaña relativamente alta, junto a un hombre aún más alto y canoso.
— Es hermosa. ¿Verdad? — Preguntó la mujer a su lado, sin embargo, sabía que ambos habían decidido ignorar su presencia. Pudo sentir una leve tensión generarse al rededor de ellos, por lo que decidió voltear y caminar hacia la dirección contraria, a un lugar donde no interrumpiese momentos ajenos. Se recostó sobre la pared cerrando los ojos e inhalando a la par. Una nueva vida comenzaba, con la misión de proteger y salvar a los humanos. O eso creían ellos.
[ 5000 D.C — MESOPOTAMIA ]
IKARIS disparó los rayos láseres provenientes de sus ojos al desviante, salvando a uno de los jóvenes humanos. Este se enfrentó a el con rapidez, utilizando sus poderes para volar hacía el y comenzar a batallar sobre el agua. Mientras tanto, el joven no se encontraba completamente a salvo, un desviante se acercaba a el a toda velocidad por detrás.
Apollo no dudó en formar aquellos rayos de luz con sus manos, disparando en su dirección mientras se acercaba corriendo. Makkari se encargó de llevarse al chico, colocándolo en un sitio seguro para prevenir cualquier tipo de ataque, para luego tomar al resto de la tribu. Mientras, la portadora de la luz seguía distrayendo a la bestia el mayor tiempo posible. Con la ayuda de Kingo, quien se encargaba de controlar las potencias de energía a su gusto, ambos comenzaron a dispararle de todos los sitios posibles. Apollo soltó un gruñido viendo como la bestia parecía no rendirse bajo sus ataques.
— ¡Kingo! Cúbreme. — Exclamó esta, cansada de la situación, mientras corría en dirección hacía una roca alta. Tal y como lo había pedido, Kingo mantuvo a la bestia de espaldas, el suficiente tiempo como para que Apollo pudiese caer sobre esta, generando la fuente de luz de sus manos y llevando esta a los ojos de la bestia. Esto desconcertó al desviante, el cual comenzó a gritar de dolor bajo los efectos de la luz de manera directa sobre su visión. Fue suficiente para que la castaña saltase hacía la tierra, cayendo en con una de sus manos en el suelo, y volteando su cuello para ver como Kingo le daba el golpe final, haciendo que la criatura cayese por el barranco.
— Bien hecho.— Comentó haciendo las señas hacía Makkari y hablando en dirección a Apollo. Estas le sonrieron
Tu también. Gesticuló Makkari chocando los cinco con Apollo.
