09: THE PROBLEM WITH WANTING, IS THAT IT MAKES US WEAK

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09: THE PROBLEM WITH WANTING IS THAT IT MAKES US WEAK.



[ PRESENTE — IRAQ ]


CUANDO APOLLO SE LEVANTÓ A LA MAÑANA SIGUIENTE, la cama de Makkari se encontraba vacía. Suspiró estirando su cuerpo sintiendo sus músculos tensarse ante el recuerdo de lo que ocurriría aquel día. Además, no pudo evitar que los recuerdos de la noche anterior resurgiesen en su mente. Tomó su almohada colocándola en su rostro y soltando un grito ahogado en esta. Quería rebobinar el tiempo atrás y pretender que nada había pasado. Pero eso no era imposible. Inhaló y exhaló dejando la almohada a un lado, decidiendo a levantarse. No se preocupó ni siquiera en cambiar su pijama, se dirigió directamente a la zona de equipamiento donde se cruzó a Thena ingresando a la misma sala. Esta le dio un vistazo de arriba hacia abajo y luego río deteniéndose a su lado.

Su rostro cansado debe de haberla delatado pues la Diosa de La guerra habló pasando por su lado. — ¿Mal sueño

Apollo sintió un escalofrió desviando su mirada de manera involuntaria a donde habían estados parados ella y el innombrable la noche anterior. Asintió dejando escapar un bufido lo que hizo sonreír a la contraria. Esta le dio un golpe amistoso en el hombro recargándose sobre una de las paredes. Se paró justo enfrente de su sitio designado, donde la armadura se formó al rededor de su cuerpo. Su armadura era dorada, con detalles perlados, era parecida a la de Thena pero a la luz del sol la diferencia era clara. 

— Voy a revisar que todo esté en orden.— Le avisó a Thena por si los demás llegaban y ella no estaba. Apollo iba a hacer una revisión superficial del domo para saber que ni Ikaris ni Sprite se habían colado dentro de este sin ellos notarlo. Caminaba por los pasillos perdida en sus pensamientos, cuando una serie de pasos detrás de ella llamaron su atención, al principio no reaccionó, intentando no alertar a la persona detrás de ella. 

Repentinamente, se detuvo, volteando con rapidez y tomándolo del hombro cruzado a su mano, pegándolo contra la pared. De esta manera, su brazo había quedado justamente a la altura de su cuello, presionándolo contra el concreto para inmovilizarlo con su antebrazo. Su rostro no demostraba ningún tipo de reacción hacia el, ya sabía que era el. Simplemente lo sabía.

— Algunas cosas no cambian.—Dijo Druig dejando que una leve sonrisa burlona escape de sus labios. Hace 500 años, la noche donde los Eternos se habían separado, recordaba haber hecho el mismo movimiento contra el. 

—¿Qué quieres? — Preguntó cortante Apollo activando sus poderes. La esfera de luz se encontraba a centímetros del cuello de Druig, no dudaría en aplicar presión y si la situación lo ameritaba. Estaba intentando olvidar lo ocurrido la noche anterior, sin embargo, no estaba teniendo éxito. Cada cinco minutos los recuerdos volvían a su mente inundando esta, prohibiéndole pensar en otra cosa que no fuesen esos ojos azules. Quería incinerar su propio cerebro, quería arrancar sus recuerdos con su propias manos y prenderlos fuego.  

LOVE GROWS ─ DRUIGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora