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martes 15 de octubre 2019, 21:56

Mireya y sus compañeros acababan de salir de una práctica en el hospital, le encantaba su futura profesión, pero tenía que aceptar que era muy cansada. ¡Y eso qué solo ha ayudado! Pues estudiar enfermería en una universidad en la ciudad de Valencia, no es fácil. Sus padres viven en un pueblo a las afueras, pero ella reside actualmente con su abuelo, que dispone de un piso con una sola habitación de sobra.

Caminó despacio por las calles, quería llegar a casa y contarle a su familia lo que habían hecho hoy, pero recibiría una llamada que le cambiaría la vida antes de que pudiera hacer nada de eso.

- ¡Hola, papá! Acabo de salir de unas prácticas en el hospital y...

Mireya paró de hablar al no escuchar la voz de su padre al otro lado de la línea.

- ¿Padre? - preguntó

Precicbió la profunda respiración de su padre y supo que algo no estaba bien.

- Mireya... Chloe... Chloe ha muerto.

La joven chica de pelo afro se quedó parada en medio de la acera, delante del hospital del que acababa de salir. La gente se movía a su alrededor, pero ella sentía el mundo parado, como si la tierra hubiera dejado de girar. 



La chica levantó la cabeza sobresaltada, sus ojos estaban secos, los notaba moverse contra sus párpados. ¿Había sido un sueño? ¿Dónde estaba? Se incorporó, estirando su espalda de la incómoda postura en la que había estado segundos antes y miró su alrededor. Estaba en la casa de su abuelo, en su habitación. «El sueño» se dijo. ¿Había sido un sueño? Se lanzó hacia su teléfono móvil, que reposaba en el suelo y revisó la última llamada:

Ayer:
Papá, 21:56

No, no podía ser. No, se negaba a ello. Miró la hora, eran las 4 de la mañana. Giró sobre sí misma, lamiendo sus labios resecos y su vista cayó en el marco de fotos encima de su mesita de noche. Una foto dentro; dos chicas sonriendo felizmente a la cámara con el mar de fondo. Acababan de empezar el verano y lo estaban celebrando.

Se quedó mirando la foto fijamente, sin pestañear, la miró hasta que el sol salió, y la miraría hasta que la luna se alzara en la noche. 

El caso ChloeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora