Capítulo 4

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Pov Lauren

Después de ver a la agente Cabello, una profunda ira nació en mi. ¿Cómo el señor Mendes es capaz de cuestionar mi trabajo, mi inteligencia, mis métodos? No lo se, pero siento esta misión más personal.

Tomé un poco de licor para relajarme.  Después conduje a mi casa para poder intentar dormir, no pude, ¡Maldito insomnio!

Solo pude descansar unas cuantas horas. A la mañana siguiente, después de vestirme y estar lo más presentable que pude, conduje a la estación de policías.

— Mal noche ¿eh? — dijo Ally con una mueca en cuanto entré.

— Y siento que mal día también — dije suspirando.

— Ya lo creo — dijo con nerviosismo. Algo andaba mal.

— Espero que no sea lo que estoy pensando — Murmuré para dirigirme a mi oficina, la pobre Ally intento hablar, pero se detuvo y suspiró.

Al abrir la puerta de mi oficina, la imagen de una mujer sentada en mi escritorio tomando nota de mi computadora me recibió.

— ¿Se puede saber quién le autorizó entrar a mi oficina y revisar mi computadora? — pregunté molesta mientras la agente Cabello levantaba el rostro.

— ¡Oh! teniente Jauregui, buen día, el comandante Días me autorizó revisar el perfil de base del criminal "Camaleón" — dijo con una sonrisa. Si no fuese la agente que quiere robar mi gloria diría que es una hermosa sonrisa y que podría poner nervioso al mismísimo diablo — Pensé que lo iba a tener desde ayer, pero usted se fue, así que hablé con el comandante y él dijo que podía hacerlo, ya que ambas estamos a cargo de la misión y que tenía que saber toda la información que tienen recolectada de estos meses, la cual no es mucha por cierto — dijo y pude ver un poco de malicia en sus ojos, ¿se esta burlando de mi? ¡Oh, maldita hija de Afrodita!

— De hecho, es demasiado información para alguien que se mantiene en las sombras — dije apretando los dientes.

— Por suerte para ti siempre camino mi linterna — dijo guiñandome un ojo. ¡Prepotente!

— Espero que las baterías le duren lo suficiente — dije sonriendo ¡Toma esa!

— Descuida, son recargables — dijo volviendo su vista a mi computadora. Es poca información, pero aún no termina de escribir, ¡Lenta!.

Sin decir nada, salí de mi oficina y entre a la de Lena, ella estaba en su silla recibiendo un masaje en sus piernas por parte de la oficial Danvers.

— ¿De verdad Lena?  — pregunté cruzándome de brazos.

— ¿Puedes culparme? Este feto me hincha los pies — dijo con los ojos cristalinos, la oficial Danvers me dio una mirada de muerte, yo solo la quería defender.

— No cariño, solo creo que la oficial Danvers no esperaba dar masajes en su trabajo — dije nerviosa. Malditas hormonas.

— ¡Pero ella se ofreció! ¿Te molesta oficial? — le preguntó a Kara casi sollozando.

— No, no, lo hago con todo gusto Lena, digo teniente Luthor — dijo nerviosa, luego me miro y su expresión molesta volvió — Y yo me ofrecí teniente Jauregui, sé lo molesto que puede llegar a ser tener los pies así, mis cuñadas Maggie y Odette se quejaban mucho de este mismo problema cuando estaban embarazadas — dijo mirando a Lena con una sonrisa tímida.

— ¡Ves Jauregui! No la estoy explotando, estoy recibiendo su ayuda como persona humilde que soy — dijo ahora enojada. ¡Oh Dios!

— Lo siento Lenita, no debí sacar conclusiones apresuradas — dije y me acerque a ella para abrazarla — ¿Cómo se llaman tus sobrinas? — le pregunté a Kara intentando calmar el ambiente.

Chamaleon (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora